거잣밀 ; Lie. ↬YᴏᴏɴMɪɴ.↫

❛❛ VII ❜❜

by; Jimin.

Hace de ayer que Yoongi ha estado distante conmigo y no sé el porqué, tiene toda esta semana libre y aún así dijo que no podríamos vernos, comienzo a pensar que sabe sobre mi enfermedad y no quiere verme por haberle escondido tal cosa, tal vez hasta lo lastimé con esto... Pero era mi única opción... Era lo único a mi alcance.

Enfocándome en mis tratamientos, sigo sin poder pagar ni la mitad, perdí dos de mis trabajos y estoy distanciado de mi padre, pues ayer tuvimos una discusión y ni siquiera quiere verme a la cara, Yoongi está distante, Jongin sigue diciéndome que debí haberlo escuchado y mi madre que no sabe si estar del lado de mi padre o del mío, físicamente me estoy sintiendo mal, no me alimento bien y tengo mareos constantes, este avance se hace cada vez más notorio y es algo que en serio, de verdad, me preocupa. De pronto recibo una llamada de mi doctor, segunda en lo que va del día.

《Llamada entrante Doctor Choi》

– Jimin ¿Cómo sigues?

– Pésimo, no tengo idea de
como conseguir el dinero y
tengo más problemas aún.

– Estar así de estresado puede
empeorar las cosas, debes
relajarte.

– Oh si pudiera lo haría.

– Te llamaba para decirte que
con ciertos medicamentos,
podemos retrasar el virus, asi
que ven a buscarlos.

– Voy en camino.

Colgué y salte de la cama, rápidamente me puse ropa decente, ya que estaba con una camiseta y pantalones viejos, con calcetines diferentes y mi cabello alborotado, hoy no tenía tiempo de arreglarme tanto. Una vez ya estaba para salir a la calle bajé corriendo las escaleras, saludé a mamá y salí de casa mi padre no estaba, por cierto. Subí a mi carro y conducí hasta el hospital, no me tomó más de cinco minutos el estar ahí.

💉

– Bien Jimin, –habló Choi poniendo una caja de pastillas en el escritorio. – Son dos cada seis horas, hasta que podamos comenzar los procedimientos, –contestó ahora anotando todo en un papel. – No puedes saltearte ninguna.

– Bien ¿Qué tanto funciona? –pregunté con algo de alegría, esto me va a ayudar.

– Lo suficiente hasta que pagues y comencemos, –sonrió el doctor. – Estaremos al tanto de todo y te mantendremos en contacto.

De pronto mi teléfono comenzó a sonar, ahora era mi gatito, Yoongi ¿Habrá pasado algo? Se supone que si está molesto no me marca para nada.

– Disculpe. –dije antes de tomar la llamada.

《Llamada entrante Mi gatito》

– ¿Cariño?

– Jiminie ¿Qué haces en el
hospital? Veo tu auto aquí.

– ¿Q-qué?

– Solo pregunto bebé ¿Pasó algo?

– No... Yo... Vine por unos
exámenes de mi madre.

– Está bien bebé, disculpa por no
vernos hoy, estuve con malestares.

– No te preocupes, y lo siento
pero debo colgar.

– De acuerdo, te amo adiós pequeño.

Y colgó. Me aterré al saber que estaba afuera, los nervios me consumían, Yoongi aún no debe saber de esto, más bien, no lo sabrá, no puede saberlo... No quiero lastimarlo.

– Tierra llamando a Jimin. –habló Choi haciéndome salir de mis pensamientos.

– ¿Sí? –lo miro atento.

– Terminó la sesión, puedes ir a casa.

– Cierto, nos mantenemos en contacto. –hablé antes de salir de la oficina.

Caminé hasta mi auto cuidadosamente Yoongi no podía verme, sé que no creyó lo de esos exámenes pero fue lo único que llegó a mi mente en aquel momento, me había tomado muy de sorpresa. Estaba por entrar al carro cuando una voz llamó mi atención y más aún ya que las palabras que emitía era mi nombre, ya sabía quien era pero de igual modo me volteé para ver cara a cara a esa persona.

– ¿Ahora me ignoras?

Estaba en shock de tal modo que ninguna palabra salía de mi boca, creí que Yoongi ya se había ido, tal vez y me haya estado esperando, sabía que si hablaba iba a tartamudear, además no tengo idea de que decir.

– Jiminie, ya te pedí disculpas por no vernos... –habló ahora, debe creer que estoy molesto. – Lo siento, pollito. –dijo cabizbajo.

– N-no estoy molesto... –

Fue lo único que alcancé a decir ya que no pasó ni un segundo que su profunda mirada se clavó en mi, poniéndome los pelos de punta, esos ojos oscuros que me ponen nervioso ahora estaban concentrados en mi, como si grabara cada detalle de mi persona en su mente... Era extraño, pero lindo a la vez.

– ¿En serio no? –preguntó ahora.

– En serio no, –afirmé. – No tengo motivos, es entendible lo que te pasó, gatito. –dije para calmarlo.

– Eres tan lindo, –soltó para acercarse a mi y dejar un adorable beso en mi mejilla. – ¿Qué te parece salir a comer algo mañana?

– Perfecto, espero te sientas bien para ir, amor, –sonreí adorable. – De lo contrario iré a tu casa a cuidarte. –dije ahora siendo atrapado por sus ojos.

– Me parece una fantástica idea. –dijo él.

Nos despedimos y me subí a mi auto, iríamos juntos pero eso implicaria dejar uno de los carros en el estacionamiento del hospital y no era algo considerable para ninguno. Conduje mi auto hasta casa, al llegar lo dejé en el garaje y entré encontrándome con una mamá sonriente y un papá de la misma manera.

– ¿Sucedió algo? –pregunté extrañado e intrigado.

– Tú padre encontró trabajo en una de las empresas de moda más grandes de la ciudad. –contestó alegre mi mamá. – ¿Qué te parece?

–Bien, creo que fue algo que siempre le gustó así que si le hace feliz, a mi igual, –dije ahora sonriente, a mi padre siempre le ha interesado la moda y esta es su oportunidad de demostrarlo. – Solo no te excedas en trabajo.

– Claro que no, vengan, un abrazo en familia.

Dijo extendiendo sus brazos, mi madre y yo nos acercamos a él y de cierta forma nos acurrucados entre sus brazos. Hacia tanto no sentía un aire familiar, desde que descubrieron mi enfermedad no hacíamos más que discutir sobre lo que debo y no debo hacer, más otras cosas, era una guerra cada día, se hacía pesado cada vez.

– Los quieren mucho... –solté manteniendo mis ojos cerrados, presionando más el abrazo.

– También te queremos hijo. –dijo ahora mi padre.

Y fueron las palabras que necesitaba desde hace tiempo, no quería discusiones, quería y siempre quise su cariño, es lo único que siempre querré.