Segunda Contienda. Parte III

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- Entonces ¿Todo sigue igual? –

Levanté la vista del documento que estaba leyendo para observar a mi compañera, sé que ella esperaba algunas palabras de mi parte pero yo me limité a asentir a modo de respuesta para luego regresar mi atención al documento en mi mano.

- ¿No crees que te estás excediendo? – al parecer ella no había captado mi desinterés por ahondar en el tema o simplemente le había importado un demonio – Puede que luego te arrepientas de lo que has hecho –

- Te recuerdo que hace apenas una semana me estabas felicitando por "saber darme mi lugar" –

- Eso fue mucho antes de saber los métodos sucios que utilizarías – mi mirada abandonó la hoja que tenía entre las manos para enfrentar a la dueña de esas imprudentes palabras - ¡No me mires así! Bien sabes a qué me refiero –

- La verdad no Tenten, no tengo ni una puta idea de lo que estás hablando –

- Shikadai –

- ¿ Que hay con él? –

Tenten intentó mantenerme la mirada pero al final se rindió y terminó por llevar una de sus manos a su frente a modo de frustración, ambas sabíamos cual era el punto al que quería llegar pero mi orgullo se negaba rotundamente a que mi rol materno fuera cuestionado.

- Vamos Tem, bien sabes de lo que hablo ¡No puedo creer que usarás a tu pequeño para vengarte de Shikamaru! –

Y justo como había previsto, sentí como mi corazón se estremeció ante la pronunciación de aquellas palabras. Estaba consciente de que la culpa era causante de este sentir pero afrontarlo era otra cuestión, así que decidí que la negación seguía siendo mi mejor opción.

- Yo no lo usé, simplemente saboteé el ataque que planeó junto a su padre –

- Cómo Kunoichi y ex enemiga tuya sé lo brutales que pueden ser tus contraataques, ¡Mi espalda aún reciente el golpe de tu abanico!–

- ¡Si claro! Es tan fácil culpar a mi abanico de los achaques de tu avanzada edad –

- ¿Tengo que recordarte que tú eres más vieja? –

Ambas nos miramos de forma asesina ante el último intercambio de palabras, pero no pasó ni un minuto antes de que estalláramos en un escandalosa carcajada.

- ¡Diablos Temari! ¿Es que no podemos hablar seriamente por una sola vez? -

- Tenten, sabes que últimamente eso se ha vuelto imposible –

Aunque al principio mi trato con Tenten se limitó a simple cordialidad mientras ella mantenía esa atmosfera de rivalidad por no superar su derrota ante mí, hoy en día no podría decir lo mismo. Las circunstancias jugaron de tal manera que terminó siendo una de mis pocas confidentes, lo cual me tranquilizaba enormemente, de lo contrario estaría volviéndome loca por no poder sacar las frustraciones que tenía dentro desde hacía bastante tiempo.

- Si lo que quieres es seriedad te recomiendo que devuelvas tu atención a las solicitudes de candidatos al examen – le mencioné mientras señalaba la pila de papeles en su escritorio.

- ¡No seas aburrida! nuestro horario laboral ya terminó, así que podemos chismosear un rato mientras esperamos que la tormenta se detenga -

- Esta bien - Por un momento noté como sus ojos se iluminaron ante mi supuesta rendición - pero cambiaremos de tema, no te divertirás a costa de mi matrimonio -

- ¡Pero Tem! ¿ De que podemos hablar entonces? -

- De tu vida romántica, por ejemplo –

En realidad fue bastante satisfactorio ver el rostro de la morena sonrojarse a tal punto que parecía que de un momento a otra comenzaría a sacar humo por los oídos, sonreí ante mi pequeña victoria, mi amiga ya se había divertido bastante juzgando mis acciones por lo cual consideraba que tenía el derecho de molestarla a gusto.

Guerra Silenciosa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora