Mi nuevo gato

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- Eres ridículamente sexy, ya sabes.
Cada vez que casi había apagado mi cerebro, él decía algo para volver a encenderlo.
Su pulgar rozaba mi labio otra vez y el inclino mi rostro para arriba de vuelta hacia él.
- Me gustaría volver a besarte  en un lugar que no sea este cuarto.
- Oh, está bien. -estaba pidiéndome ir a mi habitación??! Estaba bastante seguro que estaba pidiendo que fuéramos a mi dormitorio.
Busqué a tientas mi perilla de la puerta durante unos segundos antes de que mi nublado cerebro lograra mover la puerta abierta. Salimos al pasillo que está completamente oscuro.
- Lo siento, la luz del pasillo no sirve y no he tenido oportunidad de cambiarla.
Sus labios estaban justo al lado de mi oído cuándo el respondió:
- No me importa la oscuridad.
Todos los vellos a lo largo de mi piel se erizaron.
Entramos en la sala de estar y encendí una luz que funcionaba efectivamente.
- Bien, ésta es mi sala de estar. - hice un gesto con mi mano, sin saber si esperaba un tour o si simplemente debería pasar a la habitación.
Nunca había hecho esto antes, así que no tenía idea si se suponía que íbamos a hacer las sutilezas tradicionales primero. Mi corazón corrió salvajemente  mientras caminaba por la habitación.
- Es agradable el lugar, se adapta a ti, creo.
Dios, como me hubiera gustado estar en su casa. Entonces estaría en control, odiaba no saber que tenía que hacer a continuación.
Eso fue todo, estaba a punto de tener sexo. Debería decirle que era virgen? Debo decirle. Si le digo ahora? O justo antes?. Recordé el consejo de Christopher y me animé a dar el paso.
Antes de que me acobardara, caminé hacia adelante y le tendi la mano. La tomó de inmediato y lo llevé a través de la cortina y dentro de mi dormitorio. No había luces de techo en ésta zona, así que encendí la lámpara de mi derecha, y luego lo dejé para encender otra al lado de mi cama.
Sus ojos se encontraron con los míos y su sonrisa hizo que mis pulmones se sintieran como si estuvieran al borde del colapso.
Su mano se tensó sobre mi hombro y sus ojos se posaron en mis labios, entonces me beso, no se molestó en hacerlo suave. Enterré mis manos en su cabello desordenado y me lancé en el beso.
Dió unos pasos hacia atrás y se sentó en el borde de la cama. La mano que había estado alrededor de mi cintura curvaba alrededor de mi trasero y me tiró contra él.
Si tenía alguna duda sobre dónde se dirigía, desapareció entonces. Me atrajo de nuevo, inclinado el mismo sus caderas al mismo tiempo y rompí el beso jadeando. Su boca se deslizó por mi barbilla y abajo de mi cuello.
Sus labios se demoraron por encima del punto de mi pulso. Su lengua cepillando a través de la piel sensible. Él continuó  por encima de mi clavícula hasta que mi camiseta bloqueaba cualquier progreso. Mis manos estaban enredadas en su cabello todavía y tiré de su cara a la mía de nuevo. Su mano acarició más alto mientras nos besábamos, suavizando mis costillas, mi piel ardiendo a su paso.
Rompimos nuestro beso para permitir que la tela pasara entre nosotros. Me resistí a la tentación de taparme cuando su mirada pasaba por encima de mi. Pensé que iba a besarme de nuevo pero en el último segundo bajo y me besó en el borde de la mandíbula, justo debajo de la oreja y Dios se sintió increíble. Fue solo un pequeño beso inocente, pero me hizo agarrar su cuello. Lo besé de nuevo y girando me puso la espalda contra la cama. Erick hizo una pausa y se quitó la camiseta.
Ésta era la parte en la que debería decirle, sólo debería decirlo, simplemente escupirlo, soy virgen. Son sólo dos palabras, no es tan difícil verdad? Tragué saliva y me aclare la garganta, entonces agachó la cabeza y presionó sus labios contra los míos.
Sus dedos se arrastraron hasta mis muslos y acariciaron la piel de mi cadera justo al borde de mi ropa interior. Algo en mi cerebro estalló y el pánico me lleno
Yo iba a ser tan terrible en ésto.. Probablemente lo peor que él nunca habría tenido. Seguro luego de esto no querría volver a verme y yo tenía muchas ganas de verlo de nuevo. No quería terminar solo, con gatos y un hurón.
Él dió un prolongado beso y girando quedé sobre Erick. Podía sentir la presión construyéndose en mi interior, todos mis músculos estaban tensos y era como si acabara de ser sumergido en hielo. Estaba a punto de tener relaciones sexuales, con un tipo que acababa de conocer, del que no sabía nada.
Él tampoco sabía nada de mi, incluyendo el hecho de que yo era virgen, pero Dios quería seguir con esto y él era increíble. Pero no podía hacer ésto, no con él. Simplemente no podía me repetía mi mente una y otra vez. Me quedé inmóvil encima de él, debería decirle que no estaba listo o que era virgen pero no! Mi mente se centró en el tarro de galletas en forma de gato y mi cerebro creó una excusa ridícula!
- Para! Gatos! Para!
Qué demonios estaba diciendo? Él se sentó en la cama y me quedó mirando con cabello despeinado, labios hinchados y pupilas oscuras. Casi cambio de opinión al verlo así Dios. Casi.
- Lo siento amor, has dicho gatos?
- Si! No puedo hacer ésto justo ahora por mi gato..
Ni siquiera tengo un gato! No sé porque mi sinapsis falló en mi cerebro, pero quise patearme y darme puñetazos en la cara hasta perder el conocimiento. Su cerebro debió estar tan nublado como el mio, porque hizo una pausa por un momento, procesando y luego miró a su alrededor.
- No veo un gato aquí Joel.
Mi garganta estaba seca.
- Eso es porque, no está aquí. Si, el gato que tengo no está aquí porque...tengo que ir por ella. Lo olvidé tenía que ir a recogerla.
Miró el reloj que marcaba las 12:30 am
- Se supone que debes recogerla ahora?
- Si, ella está en el veterinario! Es un veterinario de 24 horas..
- Un veterinario de 24 horas??
- Uh sí, tenemos de esos aqui en Estados Unidos.
- No puedes ir por la mañana?
Intenté deslizar mi boxer hacía atrás y sólo termine siendo torpe y cayendo.
- Dios, Joel!
Saltó de la cama y se arrodilló junto a mi.
- Estoy bien, lo prometo, es que si no la recojo ésta noche habrá una cuota y no me lo puedo permitir.
- Bueno, déjame vestirme e iré contigo.
- NO! mm no, no deberías esperar a tu cerrajero?
Miró el reloj, su hermoso rostro se desfiguró con una mueca.
- Supongo que sí
- Genial, sólo voy
Luego salí corriendo por la puerta, ignorando cuando me llamó por mi nombre.
No fue que hasta que había caminado al estacionamiento que noté. No llevaba zapatos o una camiseta. No había traído mis llaves o cualquier cosa. Acababa de dejar a un completo extraño en mi apartamento. Desnudo.
Quién dijo que las aventuras de una noche eran simples?

Perdiendo mi Virginidad |Joerick|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora