E L E V E N

700 69 32
                                    

"Allí estaba nuevamente, haciéndole daño a cualquiera que me quisiera, a cualquiera que se cruzara en mi camino. Lo único que había en mi cabeza era oscuridad, estaba rodeada de oscuridad, yo era oscuridad. Fue un error pensar que eso cambiaría"

Me levante asustada luego de soñar eso, si es que era un sueño, era como si estuviera hablando sola en mi cabeza. El sentimiento fue tan real, que por un momento pensé que en realidad me convertiría en oscuridad.
Los demás estaban dormidos, apenas eran las 3 A.M y no podía creer que mi mente me estuviera haciendo una mala jugada justo ahora.

Me levante sigilosamente para no despertar a nadie, tome mi chaqueta y salí del refugio, solamente iría a caminar unos centímetros fuera de la casa.

Estaba muy helado y no pensé en la cantidad de neblina que se situaría en esta hora. Estaba a punto de regresar a dormir cuando escuché un grito, no era cualquier grito, era un grito de dolor, uno desgarrador, esos gritos que das cuando sientes que te saca el alma.

¿Debía ir a ver lo que pasaba?
Él ir sola consistiría en un gran riesgo, suspire y lo pensé por un momento, debía demostrar que podía defenderme sola.

Corrí hacia donde escuché el grito hasta llegar casi al centro de la ciudad, una pelirroja estaba tirada en el suelo, llena de sangre.

Una parte de mí decía que me detuviera, que me estaba metiendo en problemas, pero otra parte de mi decía que debía ir a ayudarla. Di un paso hacia la chica pero un nuevo pensamiento me detuvo ¿Y si era una trampa?

Dentro de mi chaqueta escondía un puñal, decía que sería suficiente para tratar de huir si era una trampa.

Llegué hasta la pelirroja y note que eran cortes en sus muñecas. ¿Era un intento de suicidio?

—Yo no lo hice—dijo esta respondiendo a mis pensamientos

—Te sacaré de este lugar—dije para luego sacar un pequeño pañuelo y hacer presión a sus cortes, eso debía aguantar hasta llegar al refugio, pero en verdad había perdido mucha sangre

Ayude a la pelirroja a levantarse, estaba muy débil así que tuvo que apoyarse en mí.
Aún no entendía perfectamente la situación.

La pelirroja miró hacia atrás y con cara de asombro pudo articular una sola palabra: CUIDADO.

Me voltee rápidamente, un obispo estaba a unos centímetros de mi, logrando hacerme una herida en mi cadera.
Él dolor era insoportable, un grito de dolor se asomo en mí haciendo que cayera al suelo.

—Sabía que más de un bandito sería demasiado ingenuo para sacrificar su vida por una inepta—dijo el obispo—

—No somos tan ingenuos como lo crees—dije para sacar el puñal que tenia en mi chaqueta y clavarlo en su pierna derecha

El obispo cayó al suelo sin poder moverse, mis intenciones eran levantarme de ese lugar e irme lo más pronto posible.
Pero el único problema fue que había perdido mucha sangre, tanto como para marearme y perder el conocimiento.
Lo último que vi fue a unos tipos con antorchas.
Lo último que escuché fue la voz de Jordan.

...

TRENCH Donde viven las historias. Descúbrelo ahora