tres

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mi hermano tapó mi boca.

—no grites.

pero yo no entendía nada, lo mordí.

y se quejó, pero no quitó su mano de mi boca, era como si su (nuestra) vida dependiese de callarme.

estaba oscuro, yo tenía miedo, mi clóset parecía ser tan tenebroso como la persona en la que se transformó mi hermano al empezar a oír ruidos en la otra habitación, la habitación de mis padres, tenebroso. él tenía quince y yo tenía nueve, vivíamos en un suburbio donde sobraban desgracias menores y ajenas, y donde nadie se preocupaba por nadie.

quería respirar, mi hermano me dejó respirar.

—... MinSeok... —quería preguntar incoherencias, como ¿qué estaba pasando? o más bien, ¿qué iba a pasarnos? y ¿por qué debía ser tan malo como para escondernos? pero mi hermano no me hacía caso.

éste, de un momento a otro, salió del escondite.

me quedé solo, hasta que escuché el choque entre ambas pieles, e intentos de sollozos.

sólo la melodía de los golpes me acompañaron.

y desperté.

definitivamente, diez años de violencia habían podido conmigo, y ahora habían vuelto.

salí hacia el balcón, sintiéndome ansioso, empapado en sudor. ¿quería llorar? ¿tenía hambre? me sentía mal, otra vez.

antidepresivos.

¿los necesitaba?

los busqué. no aparecieron.

los busqué otra vez. comenzaba a impacientarme. tampoco estaban.

la ansiedad recorrió mi pecho con desprecio, obligando a mis manos a temblar, a mis ojos a escocer y a la velocidad de mi respiración aumentar.

sentía el peso de un vacío inexistente que quería llenar con esas pastillas, y no estaban, no estaban en el baño, no estaban en ninguna parte. empecé a llorar de desesperación, y enrosqué mi cuerpo en el suelo, balanceándome de un lado a otro, apretando los dientes, clavando mis uñas en mis palmas.

hasta que sentí su frialdad combinarse con mi incendio imaginario.

—MinSeok...

volvió a tapar mi boca, y me abrazó.

—tú puedes con esto, ¿me oíste? —estaba luchando, juro que lo hacía.—hemos pasado cosas peores, no te rindas ahora.

no dije nada, sólo era él. un falso delicado, diez años después, lidiando con mi cobardía para afrontar mi vida.

21.O9.18

from the moon, to the starsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora