3. Roces de sentimientos

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Un año y medio, Yuuri ya estaba mejor.
Su salud mental ya estaba en su 85% recuperada, y todo gracias al apoyo de su familia y amigos.

Pichit se había asegurado en el bienestar de su mejor amigo, ya que el otro apenas empezaba a volver a caminar después de caer a rodillas sobre la depresión y la ansiedad.

-Sabes Pichit-le dijo en una cálida tarde, mientras los dos estaban en los columpios de un pequeño parque-, realmente me sigo preguntando el por qué del abandono de Viktor-dijo calmado mientras se mecía lentamente, siendo observado por su mejor amigo.

-¿Todavía piensas el porqué de eso Yuuri?-suspiró-Sé que fué repentino el que lo hiciera pero, eso ya quedó atrás, ¿qué tal si nunca se resuelve tu duda?-paró de mecerse.

-Solo... hay veces que la pregunta llega a mi cabeza-le respondió tranquilo-, hay veces que no sé si estoy imaginando, recordando o pensando-también paró de moverse.

-Creo que todavía no estás completo, Yuuri-le dedicó una sonrisa y se levantó del columpio, siendo seguido por el nipón-. Es hora de irnos, ya está anocheciendo-.

-Está bien, Pichit-le agarró la mano y le sonrió sinceramente, algo que estremeció moreno-. Te agradezco mucho el que estés a mi lado-.

-Hum-sonrió de igual manera-, también te lo agradezco mucho-acercó su mano derecha a la cabeza del nipón y la empezó a acariciar-, eres un gran chico-.

Después de eso, los dos amigos se fueron hacia el oncen agarrados de las manos.

♾♾♾♾
La acción se aproxima señores! 😺
Lento pero seguro 😽

Después del engañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora