Protégeme en la eternidad [Malik x Kadar]

Capítulo 11; En luto

Aviso: Los personajes no me pertenecen, le pertenece a Ubisoft.

Llegó a Masyaf agitado, corrió para informar que lo seguían, cuando llegó Altaïr estaba ahí, entregó la arca.
-¿Y Kadar?- pregunto el mentor, en ese momento supo que había pasado, su hermano se sacrificó.
-Está muerto, por tu culpa- le gritó a Altaïr, este se excusó, pero Malik ya no escuchaba, fue llevado por sus hermanos a la torre de sanación, a la herida de su hombro se había infectado, por lo que le amputaron todo el brazo derecho.
Habían pasado los días, el cuerpo de Kadar lo habían traído, Malik lo enterró junto a sus padres.
-Lamento tanto tu pérdida- el mentor tomo su brazo, le había dicho eso por el brazo, no por Kadar, Malik sonrió amargamente.
-No es malo, aún puedo luchar- contestó sonriendo.
-Me alegra oír eso, pues te he concedido el puesto de rafiq en Jerusalén- el mentor le dijo y se fue, Malik suspiro, se preguntaba cómo podía fingir estar bien, cuando su ser más querido había muerto por su culpa.
Regreso a casa, a su solitaria casa, se acostó en su cama y empezó a llorar, las lágrimas caían desconsoladamente, grito, se enfureció.
"¿Por qué Kadar?" gritaba se sentía tan mal, llorando durmió, y sus sueño le mostraban una y otra vez, la última risa de Kadar, lleno de sangre y diciéndole por última vez, cuanto lo amaba.
Al día siguiente Malik empaco sus cosas, y también las de Kadar, y se dirigió a Jerusalén, para ser el rafiq del lugar, en su tiempo hizo un muñeco de su hermano y de él, muñeco de Kadar tenía el vestuario de maestro asesino y el de él tenía el de un rafiq.
Llegó a las oficinas y se instaló, en la repisa, dejó los muñecos juntos, cuando era hora de empezar a trabajar le colocaba la capucha al muñeco de su hermano y sonreía.
Las noches eran crueles, pues siempre lloraba, se lamentaba y se rompía en pedazos.
-Malik, todo está bien, estoy bien- Kadar le dijo cuándo se raspo la rodilla al caer.
-Kadar, debes tener más cuidado- el mayor lo miro y sonrió, en ese momento Kadar sonrió.
-Hermano, pase lo que pase te amaré, no te culpes por algo que no fue tu culpa- Kadar le sonrió, ya no era el niño que se había raspado la rodilla, era el joven con que había compartido su amor, Malik lo abrazo.
-Mamá, y papa te mandan saludos- dijo y Malik despertó, empezó a llorar.
-Kadar, me haces falta- llorando, tomo los muñequitos y los abrazo.
Escribía algunos pergaminos cuando la presencia de Altaïr lo molesto.
-Paz y tranquilidad Malik- le dijo y Malik lo miro con odio.
-Me privas de ambos- le dijo y empezó una pelea verbal.
Pasaron los meses, en sueños veía y recordaba a su hermano, ambos jugaban en los jardines del Edén, o eso creyó Malik.
-Perdónalo- la voz de Kadar, hizo que Malik lo viera, sus ropas no eran las de un asesino, sino más bien un simple campesino.
-¿De qué hablas Kadar?- pregunto Malik y Kadar sonrió.
-Altaïr- fue lo último que escucho, despertó y sonrió.
Malik cambiaba la ropa del muñeco de Kadar, ahora era un rafiq igual que él, sonrió satisfecho al ver al pequeño Kadar con la ropa de rafiq, sin capucha haciendo notar sus cabellos rebeldes.
-La paz sea contigo hermano- dijo al darse la vuelta noto a Altaïr.
"Perdónalo" la voz de Kadar se escuchaba en su mente, entonces asintió y sonrió, concediéndole el perdón a Altaïr.
Los años pasaron, ahora dormía plácidamente, Altaïr lo había salvado de la cárcel donde Abbas lo había metido, y María había curado sus heridas, mando una oración al cielo para que su esposa e hijo hayan huido a salvo, se sentía en paz, esa sensación lo perturbaba un poco.
Despertó agitado, la delgada sabana que cubría su cuerpo empezaba a deslizarse, ya no se sentía viejo, miro la ventana para darse cuenta que el día era precioso, y sonrió
-Hermano, me alegra que hayas despertado- la voz de Kadar se hizo presente, lo miro y lágrimas empezaron a recorrer sus mejillas
-Kadar- dijo y el menor lo abrazo.
-Ya, ya, lo hiciste bien, ya todo está bien- le dijo, Malik lo abrazo fuertemente y Kadar le dio un beso-Es hora de descansar-.

Espero les haya gustado, no se preocupen, les daré un pequeño regalo.
Créditos de imagen a su respectivo autor.