Capítulo 1; Vínculo atado

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Aviso; Los personajes no me pertenecen, le pertenecen a Ubisoft

Malik miraba el nacimiento de su hermano, a sus dos años de vida, ya era consciente que aquel niño nació en una familia de asesinos, al igual que él.

-Malik, ve a dormir- su maestro padre le llamó la atención y este regreso a su habitación, aquel ser no sería nada más que otro hermano de la hermandad.

Miraba otra vez como su hermano estaba en la esquina llorando, habían pasado 4 años desde su nacimiento, el niño aún no captaba que las relaciones familiares no estaban aceptadas, Malik simplemente lo ignoro, sin embargo lograba ver aquellos llorosos ojos azules, y su corazón se estrujaba.

Los años para Malik eran de entrenamiento y estudio, no había tiempo de juegos, no obstante, siempre observaba como Kadar de seis años, se escabullía para jugar un rato con los niños que no estarían en la hermandad de asesinos, para después terminar siendo castigado por sus padres.

"Aquel niño, debe resignarse" pensó, al ver al joven niño, cuando estaba a punto de irse a su habitación, el niño lo miro, una mirada llena de súplica, Malik lo ignoro.

El almuerzo en el castillo dejaba que los niños se sirvieran la comida, eso era una forma de independizarse, Malik y Kadar eran llevados algunos días, aquella mañana Kadar se acercó.

-¿Tú eres mi hermano?- la pregunta de Kadar lo sorprendió y sin embargo no lo demostró

-Todos somos hermanos- contestó tal y como le había dicho su maestro padre, a Kadar esa respuesta no le gusto, tomó su mano para detenerlo.

-Hermano de sangre, nacidos de los mismos padres- la desesperación se veía en sus ojos azules.

- No y debes entender que no somos familia- contestó Malik sacando la mano de aquel desesperado agarre.

-Tienes el mismo apellido- reclamó, Malik tomo su comida y se alejó para sentarse, debía de alejarse de ahí.

Kadar tomó un poco de comida, y fue a sentarse a su lado siendo ignorado por el mayor, cada vez que Kadar se acercaba, Malik se alejaba, esta situación frustró al mayor.

-Basta, alejarte de mí- empujó a Kadar, toda la comida cayó sobre el menor y todos los jóvenes se burlaron, Malik salió del comedor ignorando aquellas burlas que desatarían un infierno para Kadar.

Para el mayor de los Al Sayf, era costumbre estudiar a las afueras del castillo, una tarde escucho gritos, al principio los ignoro pero reconoció la voz de Kadar.

-Déjenme ya- gritaba mientras lo usaban de saco de boxeo, el menor se encogía en posición fetal, y resguardaba su cabecita, aun así los niños lo pateaban fuertemente, obligándole a sacar fuertes gritos de dolor, Malik miraba desde lejos la escena, y el llamado de la sangre se hizo presente, la necesidad de proteger a su hermano lo invadió, y se apresuró a golpear al primer joven, y luego al segundo.

-Dejen a mi hermano-rugió golpeó a otros dos, tomó la mano de Kadar, y ambos corrieron.

Agitados pero a salvo llegaron a la habitación del mayor, Kadar se sentó en la cama con la mirada baja.

-Debes aprender a defenderte, a tu edad, ya nadie me molestaba- el mayor regaño, pero Kadar lo miro, sus ojos llenos de lágrimas, con sus manos en el estómago.

-No soy tu, no soy mi padre, no soy nadie- gritó el niño temblando, Malik siempre veía al menor siendo castigado por no poder estar al nivel que quería su maestro padre, notando la frustración en los ojos de menor, lo tomó del mentón, y observó la sangre en las comisuras del menor, con su dedo tomó aquel sangre y lo lamió.

-Eres mi hermano de sangre y te enseñaré como debe ser- dijo pero la mirada que Kadar le dio, era de furia.

-tú no eres mi hermano, lo dejaste claro aquel día- llorando, le reclamó, y Malik miró al más joven.

-Entonces deja que te enseñe- el mayor quiso tocarlo pero Kadar le alejo su mano, en ese momento supo que necesitaba más que eso para convencer al menor frustrado, entonces lo abrazo con fuerza.

-No quiero un maestro, suficiente tengo con padre- el niño seguía llorando pero sus manitas se aferraban a la túnica del mayor.

-Yo seré tu hermano mayor- declaró Malik abrazando más fuerte al menor, calmando su dolor, quitándole su desesperación.

-Prométeme que siempre me protegerás, que me amaras, que me enseñaras, y jamás me abandonaras- comentó el menor mirando los ojos del mayor.

-Lo prometo- dijo Malik, Kadar sonrió, enterró su cabeza en el pecho.

-Tengo un hermano- murmuró el niño y Malik lo abrazo, se quedaron así por unos minutos, notando que el menor se había quedado dormido, lo acostó en su cama y ambos durmieron por primera vez abrazados.

Si no le entienden, no duden en pregúntame, acepto sugerencias y criticas constructivas.

Espero les guste la linda historia.

Nos vemos en la próxima actualización

Protégeme en la eternidad [Malik x Kadar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora