Jungkook
No había manera más perfecta y adecuada de despertar que el sonido chillón de una bocina contra mi oído, casi reventándome el tímpano y enviando cada pizca de sueño fuera de mi cuerpo de inmediato. Agradecía no sufrir del corazón porque sin duda ya hubiese muerto de un paro cardíaco debido al susto.
-¡En diez minutos nos vamos así que muevan sus traseros perezosos de esas camas y estén lo más presentables que puedan! ¡Los espero en el comedor! -Anunció el mismo hombre que nos recibió el primer día, su voz potente siendo suficiente para que todos corriésemos a las duchas, las cuales, por suerte, eran suficientes para que cada uno pudiese asearse en tiempo récord. Lo único malo era la transparencia de éstas, pero luego de tres meses creo que cualquiera se acostumbra, ¿no?
Eché un vistazo al lugar con disimulo, sabiendo perfectamente a quien buscaba cuando mis ojos no dudaron en dar con él. Park Jimin estaba al otro lado de las duchas junto a Taehyung y Hoseok, ambos gesticulando animada y rápidamente al chico de dulces mejillas mientras que éste respondía de la misma manera y luego se reían, pareciendo muy felices.
No pude evitar fruncir mi ceño ante la confusión que me provocó ver a esos tres juntos, y es que anteriormente tan sólo se saludaban efusivamente o compartían simples palabras, por lo que era muy extraño verlos tan apegados. Aunque, entendía si Taehyung y Hoseok habían caído por Jimin como todos lo hacen; incluyéndome. Para ser sincero, creo que tardaron un poco en juntarse; son tal para cual.El rumbo de mis pensamientos cambió totalmente cuando el dueño de mis pensamientos en ese momento apareció junto a mí, en la ducha, con sólo ropa interior y una franela blanca completamente mojada que se le pegaba perfectamente al torso y marcaba sus abdominales, viéndose malditamente de ensueño para cualquier persona cuerda que tuviese ojos. Casi se me va la mandíbula al suelo debido a lo grande que abrí mi boca.
-J-imin... -Tartamudeé mientras tragaba sonoramente saliva, sin evitar escanearle de pies a cabeza, quedándome un poco de tiempo más en sus muslos, los cuales nunca pensé que fuesen tan... gruesos y fuertes. Dios, ¿Hacia dónde se supone que están yendo mis pensamientos? No eran adecuados, por lo menos no de un hombre a otro hombre.
-¡Jungkookie! -Él sonrió tan grande que sus ojos desaparecieron mientras se lanzaba a mis brazos y se colgaba de mi cuello, quedando levemente de puntas debido a su estatura más baja. En estado de shock y con los ojos bien abiertos, le rodeé torpemente la cintura con un brazo, sin entender por qué mi cuerpo hormigueó de pies a cabeza ante la cercanía y sensación de su pecho húmedo contra el mío completamente desnudo, tan... juntos.
El agua que salía de mi ducha fue suficiente para empaparnos a ambos, y por alguna extraña razón me gustó ese hecho, el que estuviésemos allí, compartiendo de alguna u otra manera la ducha, sin separarnos. La calidez de Jimin había sido mi cosa favorita desde hace tres meses, y sentirlo tan cerca, justo ahora, era malditamente indescriptible.-¿Está bien si me ducho contigo, Jungkookie? Ya sabes, para ahorrar agua -Murmuró sobre mi oído con suavidad, un tono bastante coqueto que me dejó descolocado, tanto como todas las últimas veces en que le había escuchado hablar de esa manera. Desde la noche que dormimos juntos, hace un mes exactamente, ha estado comportándose un poco más picarón y lanzado, haciendo comentarios extraños que ciertamente me ponen nervioso e incómodo, pero para mi mala suerte, no de la forma desagradable.
Asiento castamente al desconfiar en mi capacidad de responder en ese momento, ganándome un sonoro y pegajoso beso en mi mejilla por parte del chico todo sonrisas antes de que finalmente me soltase, quedando a escasos centímetros de mi rostro. Retuve la respiración en mis pulmones debido a ese hecho y él sonrió mientras ladeaba su cabeza, comprendiendo. Cuando finalmente se apartó lo suficiente pude tomar bocanadas grandes de aire y dejar de sentirme tan tensionado y raro.
Era consciente de las miradas curiosas de todos los presentes en mi ducha, todas dirigidas a un chico en específico que se encontraba acompañándome, sin ser para nada disimulados con el deseo que brillaba en sus ojos.
Harto de llamar tanto la atención, cerré la puerta por primera vez en mi vida desde que llegué allí, colocando la toalla en el lado donde Jimin se estaba duchando solo para impedirles la visión de la mayor parte de su aspecto provocativo. Cuando mucho podían verle la mitad de las pantorrillas, y eso desgraciadamente porque mi toalla no era lo suficientemente larga como justo en ese momento desease.
-¿Por qué hiciste eso, Jungkookie? -La voz de Jimin me sacó de mis más confusos pensamientos, y cuando me giré a verle, éste se encontraba con el pelo embarrado de shampoo y sus dedos frotando su cabello, viéndose gracioso y tierno a la vez.
-Tú sabes por qué, no te hagas -Contesté con una ceja enarcada, creyendo que era imposible que Jimin no hubiese sentido tantas miradas sobre él hace un momento. Además, sabía que él era consciente de lo mucho que afectaba a los demás, por lo que no entendía por qué lucía tan confundido.
-¿Eh? De verdad no entiendo, Kookie -Él puchereó con una genuina mirada inocente, demostrándome que de verdad no entendía por qué había actuado de la manera en la que lo hice, lo que me dejó un poco descolocado porque había sido demasiado obvia la atracción que produjo Jimin en todos esos pubertos chicos allí afuera.
-Te estaban, literalmente, comiendo con la mirada. Por ello cerré la puerta y cubrí tu parte de la ducha -Señalé la toalla para que entendiese mejor y éste se quedó mirando la puerta por varios segundos hasta que finalmente algo en su expresión cambió y el reconocimiento se cruzó en sus facciones. Se giró hacia mí con una sonrisa pillina y casi caminó coquetamente hasta mí, lo que me hizo pensar en la posibilidad de que Park Jimin fuese un seductor nato y por naturaleza; por lo tanto no notaba cuando estaba tratando de coquetear.
-¡Oh, has sido una dulzura al intentar protegerme de esos lascivos seres, Jungkookie! -Vociferó emocionado mientras se colgaba una vez más de mi cuello y daba pequeños brinquitos infantiles en su lugar, sonando divertido pero a la vez agradecido. Sonreí mientras rodaba los ojos, envolviendo automáticamente mis brazos alrededor de su cintura después de haberme acostumbrado. Park Jimin me había convertido en algo que nunca imaginé ser.
-Sí, sí, ahora vamos a bañarnos rápido, ya sabes que Chung-hee odia esperar y tú por ningún motivo debes pasar una vez más por eso -Le palmeé la espalda suavemente antes de alejarlo levemente pero no lo suficiente, queriendo mantenerlo en mi radar por un momento más. Él pareció recordar esa ocasión porque sonrió torcido, recomponiéndose casi al instante cuando alboroté su cabello enjabonado con intención de molestarlo. Eso pareció ayudar.
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Aprendiendo a Amarte -Kookmin.
FanfictionDonde Jungkook se introduce en un mundo totalmente distinto al que antes conocía, abandonando su hogar, su familia y amigos para encaminarse a lo que definiría su destino y marcaría su historia como exitosa o fracasada, aventurándose a la aterradora...