Saqué un cigarro, me apoyé en la puerta que daba al jardín y me puse a fumar.
Estaba inmersa en mis pensamientos. ¿Por qué Miriam había sido tan borde conmigo? ¿Por qué yo había dicho eso? No entendía nada.
-¿Podemos hablar?
Me asusté tanto que di un brinco.
-Miriam, ¿Qué quieres?
-Bueno...Solo quería disculparme por haber sido tan borde antes. El caso es que Mireya me pone demasiado nerviosa con el tema amigos y para uno que tengo, no quiero que se joda.
-¿Eso significa que nosotras no somos tus amigas?-Dije un tanto molesta-
-Ana, no es lo mismo. A Mimi y a ti os he conocido hoy, ¿vale? A Raoul lo conozco desde que llegué aquí. No tenemos una relación de ser mejores amigos y quedar todos los días-Hizo una pausa-Pero somos amigos. Raoul me entiende, me entiende y me da una paz brutal. Y Ana, con esto no me refiero a que no quiera ser amiga vuestra, porque claro que quiero. Pero no puedes decir que somos amigas a un día de habernos conocido.
-Lo entiendo...
-A si que si te vas a sentir mejor...Si, si quiero ir mañana con vosotros.
-Si quieres puedes traer a Raoul, ahora tengo ganas de conocerlo. Seguro que es guapísimo.
-Si que lo es Ana. Pero no te hagas ilusiones, no es hetero.
Y como si de un brujo con poderes psíquicos se tratase, Agoney me llamó.
-¿Qué querrá este ahora?-Dije mientras miraba la pantalla.
-Ay chica, cógelo.
-No sé Miriam...
Y antes de que pudiese decir nada más, Miriam me quitó el teléfono de la mano y se puso a hablar con mi amigo.
-¿Hola? Eres Agoney, ¿cierto?
Puso el manos libres.
-Sí, ¿y tú?
-Es mi amiga.-Conseguí decir-Se llama Miriam-
-Ah, pues encantado.
-Agoney, ¿qué quieres?
-Es verdad, casi se me olvida. Que si, que mañana quedamos, ya se lo dije a los chicos.
-Espera...-Dijo Miriam mirándome-¿Ya lo habías dicho? ¿Pero cuándo?
-Tranquilas, fue Mimi. Lo acaba de poner por el grupo.
-Yo la mato-Murmuré-
-¿Y eso es todo?
-Si, chao.
Y colgó.
-Toma tu móvil. Mimi es de lo que no hay.-Comenzó a reírse-
Esa risa, esa puta risa. Literalmente podría estar horas escuchando la risa de Miriam que no me iba a cansar.
-Joder Ana, si que has tardado-Dijo Mimi mientras yo me tumbaba en el césped-
-Perdón-Fue lo único que dije, porque tampoco sabía que contestar a eso.
-¿Os quedaréis a dormir no?-Dijo Miriam mientras me imitaba y se tumbaba a mi lado-
-Claro-Contestó Mimi-
-Pues perfecto. Además como tenemos 3 habitaciones no habrá problemas-Añadió Mireya mientras tomaba un trago de Larios-
Estuvimos un rato más hablando, hasta que el sueño se apoderó de todas.
-Buenas noches chicas-Dijo Mireya antes de entrar a su cuarto-
-Buenas noches-Contestamos todas al unísono-
[...]
No habían pasado ni 40 minutos desde que fui a dormir, cuando empezó a llover. Y no una lluvia tranquila, era una lluvia cargada de furia, rayos y truenos. De esas que dan miedo, bastante miedo.
No podía dormir bien así que decidí ir a dar vueltas por la casa.
Al salir de mi habitación pude ver que la puerta del cuarto de Miriam estaba medio abierta. De su interior, salía una luz proveniente del baño.
Me dio un poco de mal rollo, la verdad. Supuse que sería mejor idea volver a la cama. Hasta que escuché como Miriam sollozaba.
Sin pensarlo dos veces, entré.
-Miriam, ¿Estás bien?
-Si-Su voz era débil-Pasa-
-Entré a la habitación y después al baño, donde me encontré a una Miriam bastante asustada.
-Miri...
-No pasa nada. Es solo que las tormentas me dan pánico, y más estas.
-¿Estás segura de que estás bien?-Pregunté no muy convencida-
-Si, tanquila.
Mentira. Cuando Miriam escuchó un trueno, casi se muere del susto.
-Ves, no lo estás.-Dije preocupada-
-Tienes razón, pero no importa. Ya estoy acostumbrada.
Y no la creí. No la creí porque en su cara podía notar el miedo, y en su mirada podía sentir como se moría porque no la abandonase y la dejase ahí sola.
-¿Quieres que duerma contigo?-Pregunté-
-Pues no sé Ana, tampoco quiero molestarte-
-Eso es un si, de toda la vida. Anda acuéstate.
Miriam se metió en la cama y yo me metí tras ella. Era una cama de matrimonia así que sin problema.
Estaba medio dormida cuando noté como Miriam se estremecía por el ruido de los truenos, y me dio ternura. Miriam estaba dormida, pero aún así se asustaba.
Me giré y le di la espalda. Al final iba a ser yo la que no durmiese nada.
Otra vez, cuando estaba a punto de quedarme dormida, noté como Miriam me abrazaba por detrás.
Y otra vez, me dio ternura.
Como si fuese un acto reflejo, comencé a acariciar sus brazos. Después, me giré para quedar cara a cara y sonreí.
-Eres preciosa Miriam-Susurré-
Me puse a jugar con sus rizos hasta que por fin, yo también me quedé dormida.
Holi
Siento que este capitulo haya sido tan aburrido, pero el siguiente va a estar mucho mejor.
Os leo en comentarios.
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Salvavidas [Wariam]
Fanfiction1 año después de romper con su novio, Ana Guerra creía que no volvería a encontrar el amor. Pero un día, conoció a Miriam Rodríguez, su salvavidas y su ángel. 🌊🌊🌊🌊🌊🌊🌊🌊🌊 1 año...