El Guardaespaldas

Capitulo 52

Mi papa llevaba un rato ahí adentro, cuando el doctor dejó que entráramos todos lo habían hecho, pero después lo discutimos y decidimos que lo mejor era entrar uno por uno.

Por lo que me encontraba sentada en el suelo y recargada en la pared observando la puerta. Nadie decía ni hacia nada, era un silencio que no me gustaba en lo absoluto. Trataba de regular la respiración, ya había llorado mucho y aseguraba que mis ojos estaban hinchados.

Sara se sentó a mi lado, mirándome.

-Amiga, debes decírselo-no la miré, la puerta era mas interesante que ella- Puede que te parezca un dato irrelevante pero debes decírselo, la harás muy feliz y tu te sentirás mej...-se calló al ver como me levantaba y pasaba a lado de James, él me miró, pero yo a él no, ¿me siguió? tampoco, y creo que eso fue lo mejor. 

Me encerré en mi habitación y salí a mi balcón, me senté ahí y comencé a llorar, de nuevo. Escondí mi rostro en mis brazos, tratando de no llorar tan fuerte, un aroma varonil muy conocido llego a mis fosas nasales, sentí como tomaba asiento a mi lado.

Entonces su mano acarició mi espalda.

-Estoy aquí-lo escuché decir- Siempre voy a estar aquí.

Estuvimos varios minutos en silencio, hasta que hablé.

-No creo poder-dije con la voz entrecortada. Kyle me miró a los ojos, y en los suyos, vi una gran tristeza-No creo poder hablar con ella.

-Tranquila.

-¿Que le digo? ¿Que cosas se dicen en esta situación?-le pregunté y no me respondió.

-No necesitas decirle algo, solo necesitas estar con ella-fue lo que dijo.

-No creo soportar estar sin ella, es mi mama-dije llorando de nuevo, Kyle paso un brazo por mi espalda e hizo que me recargara en el, mientras me abrazaba.Estuvimos así por varios minutos hasta que Sara vino a indicarme que mi papa ya habia acabado. 

Cerré la puerta de la habitación, y la miré, tratando de no llorar. Me acerque a su cama, y tome su mano, entrelazando sus dedos con los míos, la llamé por su nombre pero no respondió, hasta que lo hice masa fuerte, ella abrió sus ojos lentamente.Me senté en suelo, tratando de quedar mas cerca.

-Perdoname hija, me cuesta mantenerme despierta-dijo tan bajito, que tuve que acercarme más a ella-Se vale llorar amor, es normal.

Como si hubiera esperado su autorización, comencé a soltar algunas lagrimas, ella me sonrío.

-Me harás mucha falta-dije limpiando mi rostro. Ella asintió.

-Lo sé, pero te conozco hija-comenzó a toser- Eres mas fuerte de lo que piensas, y podrás. Recuerda tu apellido hija, eres una Evans, y nosotros nunca nos rendimos-me sonrió débilmente, comencé a asentir.

-Es muy difícil despedirse de alguien-confesé- Pero gracias por todo mamá, ademas de darme la vida, te debo quien soy, tu me hiciste así.

-¿Un poco caprichosa?-bromeó, haciéndome reír- Te quiero pedir algo hija-me dijo y yo asentí- Cuida a tu padre, sé que el es el mayor aquí pero va a necesitar mas tu apoyo. Ayúdale siempre a hacerse bien la corbata, siempre le sale mal. Y que no olvide sus lentes cuando quiera leer en las noches, o las deja en el despacho o están el...

-Cajón de su mesita, lo sé-dije haciendola reir.

-Debes prometerme que van a estar bien, solo así descansaré. Aun que los cuide desde allá arriba, quiero saber que van a estar bien. Hija, quiero que vivas la vida, quiero que estudies y hagas tu carrera feliz, pero también quiero que viajes, que tengas muchos novios y nos des muchos nietos. Tienes permitido preocuparte por tu futuro, pero dejame decirte Mia que debes enfocarte en el presente, aprovecha cada cosa y agradécele a Dios por habertelo dado. Esta bien equivocarse, no te asustes, por que de eso aprendes. Esta bien caer, no sientas que tu vida es un desastre, por que como muchos dicen "no importa cuantas veces te haz caído, si no cuantas veces te haz levantado" . Si conoces a alguien y crees que es el amor de tu vida, hija lucha por él por qué la vida no te ofrece dos veces la misma persona, en pocas palabras la vida no te ofrece dos veces lo mismo, tampoco tengas miedo de agradecer, pedir perdón, aceptar un error y decir que quieres y a quien quieres, ¿me entiendes?