Mark parecía flotar en una nube mientras chequeaba su iPhone un par de veces antes de saltarse aquella cuadra y caminar por el otro extremo, temiendo cruzarse con Yukhei y que lo viera con aquel uniforme.
— ¿En que tanto piensas? Estás todo distraído.
Donghyuck llamó su atención, chasqueando los dedos un par de veces delante de él.
— ¿El chico de la librería?
— Yukhei. Se llama Yukhei y tengo su número. Me haré creyente desde hoy, juro que iré a las misas dominicales con mis padres aunque me caiga del sueño.
Donghyuck empezó a reír antes de negar, viendo de reojo la librería al otro lado de la calle para luego devolver la mirada a su mejor amigo.
— ¿Y que harás? ¿Sabe que eres menor de edad?
— Noup y no lo sabrá tanto como pueda, sé que me rechazará cuando lo sepa.
— ¿Cómo lograrás eso por tanto tiempo?
— No será mucho tiempo, sólo quiero experimentar un poco.
— ¿Con un mayor de edad?
—Lo quiero para mí, Haechan, no importa lo que cueste.