Capítulo 2: No Es Normal.

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>>Jungkook.

Seguí el mismo camino que había tenido hace una semana. Esta vez no tenia esas heridas. Cómo Jimin había dicho, un olor desagradable estaba por el mismo camino.

Me apresuré, pues el olor tenía tal vez, dos o tres horas, aun estaba muy reciente. Solo pedía a los cielos que me dejara llegar antes.

Me fui acercando, me di cuenta de eso cuando el olor se hizo terriblemente doloroso para mis fosas nasales. Pero estaba mezclado con el olor de ella, era imposible confundirme pues su olor se quedo impregnado en mi conciencia.

Cuando estuve lo suficientemente cerca, me di cuenta de algo, ese colmilludo no pasaba de hoy.

Sentía como mi sangre empezaba a arder. Ella estaba entre los brazos de aquel ser, su cuerpo estaba totalmente flácido. Sin fuerza, más bien, parecía que estaba sin vida.

-Llegas tarde, me daré un festín con esta niña, su sangre huele delicioso - no me miro, pero sabía que estaba al tanto de mi precencia.

-Más vale que no le pongas ni un colmillo encima, tu muerte será peor de lo que imaginas- sisee.

Esta vez giro su cabeza para verme, en su cara pálida se dibujo una sonrisa. Un escalofrío me recorrió la espina dorsal.

Con uno de sus dedos, fue rasgando poco a poco la piel de ella, desde su clavícula hasta el hombro.

El olor de la sangre que empezaba a brotar de esa herida lleno el espacio. Tenia que actuar ahora, o después sería muy tarde.

Entre los míos me distinguía por algo, era más rápido que todos los demas. En un suspiro estuve a su lado, lo avente teniendo cuidado de que ella no fuera arrastrada.

Su cuerpo cayó en el suelo. Me apresuré  a enfrentarlo. Me dejé llevar por mi lobo, estaba ansioso por despedazar al enemigo.

>>Eleanor.

Sentía como mi cuerpo pesaba. Era como si hubiesen amarrado pesas de muchos kilos en mí.

Intenté abrir mis ojos, estos me pesaban igual. Una suave tela rodeaba mi cuerpo. Algo acolchonado estaba bajo de mi, ¿mi cama tal vez? Pero parte de mis últimos recuerdos fueron que me demaye en plena calle.

Un impulso hizo que me levantará bruscamente. Grave error. Un dolor punzante atravesó por mi hombro y mi clavícula. Gemí por el dolor.

-Tranquila, tomátelo con calma, acuestate de nuevo- unas manos grandes hicieron que me tumbara en la cama de nuevo.

Abrí mis ojos para verlo. Esa voz, a pesar de que fue hace una semana y muy poco tiempo el que lo había visto, aun lo reconocía.

-¿Que haces aquí? - pregunté ya recostada de nuevo.

-Te encontré en la calle, estabas herida así que te traje a tu casa, como se algo de medicina tu madre me dejo quedarme hasta que despertarás, ¿como te sientes?-

Lo mire por unos segundos, esta vez lo mire con más detenimiento que la primera vez.

Sus ojos de color verde, casi flúor, eran grandes y brillantes. Su piel era color crema, y unas pequeñas ojeras debajo de sus ojos llamaban la atencion, parecía no haber dormido. Su nariz algo fina y sus labios carnosos, era hermoso.

-No me molesta que me mires mucho puedes hacerlo todo lo que quieras, pero ahora tienes que comer algo- mi sonrojo fue tal que él sonreía de oreja a oreja.

Unos hoyuelos aparecieron en sus mejillas.

-Lo siento, no quise...-

-Tranquila, le diré a tu madre que ya despertaste, ella y tu padre han estado... algo preocupados,  se alegrarán saber que ya estas con nosotros- salió sin dejarme decir nada.

El Alfa. [Jeon Jungkook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora