El Alfa. [Jeon Jungkook]

Epílogo

El cielo azul, iluminado por el hermoso sol que se asomaba a todo su esplendor.

Los pájaros cantando, el viento acariciando mi piel, todo era tan agradable. Desde aquellos días, al menos ahora podía estar con mi persona amada. 

Habia pasado por muchas cosas, muertes de mis hermanos, muerte del integrante más cercano a mí, peleas externas e invasiones de vampiros en Roma. Habían pasado años desde que sentía esta libertad como lo sentía ahora, era agradable.

- Jungkook, necesito ayuda-

Su voz hizo que girará la cabeza. Deje de prestarle atención al cielo y solo la miré a ella.

-¿Que pasa? - me levante del césped donde me había tumbado.

- Estoy preocupada, no encuentro a Jude- Eleanor miraba a todos lados preocupada.

- No te preocupes cariño, ahora mismo lo busco-

Ella asintió.

Empecé a caminar por entre los árboles, sonriendo. Jude le encantaba gastarle bromas a Eleanor, ella siempre se preocupaba, y yo siempre terminaba  buscándolo y encontrandolo.

- Tengo algo aquí, unos deliciosos dulces, no le daré a nadie- hablé mirando a todos lados.

Me senté en medio del claro.

Pude escuchar algunos pasos acercándose y unas pequeñas risillas.

Cerré los ojos esperando el ataque. Ruido, un poco de viento y después...

- Te tengo- le sonreí.

- ¡No es justo!, hiciste trampa, papá -

- No es trampa, ademas, ¿Cuantas veces te he dicho que no preocupes a tu madre así? -  lo cargué como un saco de patatas.

- ¡Bajame! ¡No quiero ir así! - se empezó a remover.

- Ahora se aguanta hasta que lleguemos a casa-

Caminé con él en mi hombro, Jude era un niño imperativo, hermoso como su madre, aunque había desarrollado rasgos míos, casi todo lo demás era de su madre, además de su carácter.

Siempre queriendo ayudar a los demás aunque se meta en problemas, como aquélla vez que jugaba con Jimin, ambos habían quebrado una ventana con una pelota.

Para que yo no regañara a Jimin él se echó la culpa, aunque sabía lo que hacía, Jimin más tarde llegó y me platicó lo que en realidad había pasado, este niño si continúava asi, seria como Eleanor, siempre metiéndose en problemas y siempre preocupandome. Aunque Jude era realmente fuerte.

Cuando llegamos a casa, Eleanor estaba afuera esperándonos.

- ¡Jude!- Eleanor llegó corriendo a nosotros.

Lo baje con cuidado y este salió corriendo con su madre.

- Mamá, perdóname por preocuparte-

- En serio... por favor, no lo hagas más, seguro un día me dará un ataque y ...-

- No, ya no lo hare, así que siempre estarás con migo -

Jude abrazó a su madre por la cintura, a pesar de que tenia cinco años, se veía más grande, tal vez gracias a los genes que le había heredado yo.

-Siempre estaré para ti mi amor, aunque cuando crezcas espero que sigas diciendo lo mismo-

Negué sonriendo ante la hermosa imagen de mi familia.

Ahora mismo, en esta etapa realmente difícil y agotadora que tenia, ver a mi familia así era como recargarme de energía. Mi preciada y hermosa familia.

También tenía otra familia, una más grande, las manadas de todo el mundo. Mi padre antes de morir me heredó el trono a líder de las manadas, era realmente pesado el liderar a lobos que a veces se peleaban entre sí, pero gracias a mis chicos, siempre salía adelanté. Ahora mismo, tenia grandes responsabilidades.

Tengo todo lo que nunca llegué a imaginar, el amor de mi vida, un precioso hijo y una gran manada, donde todos éramos hermanos.

¿Podría ser más feliz que ahora?

- Jungkook, tenemos que hablar- Eleanor me miró algo preocupada.

Nuestro hijo se había metido a la casa corriendo 

-¿Que pasa? Me estas preocupando- me acerqué a ella y le toque su mejilla.

- ¿Recuerdas que últimamente me había sentido mal?-

Asentí.

- ¿Es algo grave? -  no podía imaginar que mi vida entera estuviese enferma, algunos recuerdos de mi madre llegaron, mi corazón empezó a latir rápidamente.

- No es una enfermedad, tranquilo, es solo... bueno, tal vez una pequeña, la cual se curará en nueve meses- me sonrió.

- ¿En nueve meses? Por qué tanto tiem...-

Entonces me quede en blanco, ¿Nueve meses? Eso era lo mismo que con Jude. Cuando recién nos dimos cuenta, ella había experimentado cansancio y dormía demasiado, además de que más de una vez se desmayo.

- Estás...- tragué saliva.

- Sí, de dos meses- me sonrió.

- Cielo, eso es... realmente hermoso, seremos padres de nuevo, genial, ¡no quepo de felicidad enserio! -

La cargué girando en mis talones, pero después paré y con cuidado la deposité en el suelo.

-Lo siento, ¿estás bien?- la miré preocupado.

- Jungkook, estoy bien no me romperé, tranquilo- ella río musicalmente.

- Lo sé,  realmente eres fuerte, siempre me impresionas-

Sí, ella siempre me sorprendía con su fuerza, siempre dando una hermosa sonrisa en días grises y hacia que jamás cayera en la desesperación. Era mi sol personal.

Ahora si estaba más que feliz, por ser tan bendecido como lo soy ahora.

Por siempte y para siempre, mi familia sería lo más hermoso, y ahora con otro bebé en camino, seria más que bendecido.