Citrus - Un amor que transciende a una nueva generación...

Capitulo 5 Sueños y melodias

Han pasado 20 años desde que Yuzu se había casado en el extranjero incluyendo su fama en la orquesta y como escritora, su libro había llegado a todo los rincones del mundo, su felicidad eran tan grande que ahora era madre de una hermosa chica de 15 años, Shizuka Lee era el vivo reflejo de su madre, había heredado la rubia cabellera de su padre que tenia descendencia inglesa, sin embargo tenía rasgo japonés por su madre añadiendo que también sus ojos eran de un hermoso color verde, tan bello y radiante, lleno de vida.

Durante un tiempo Vivian en Italia, mientras la orquesta se tomaba un descanso debido a los diversos viajes de gira, Sayaka se había percatado de que la adolescente se quedaba mirando a los jóvenes de su edad cuando hacían una parada en alguna ciudad, con mucha curiosidad observaba con un desanimo al no poder tener una vida normal como los demás jóvenes.

-se acercó un poco y acariciando su cabeza intentaba darle ánimos- que pasa mi pequeña linda?

¡He! -mirando de reojo y se da cuenta quien era- Saya-chan... no es nada, solo pensaba un poco

Hmmm no pareces feliz, hay algo que te inquieta y eso a simple viste se ve -abraza un poco a la menor- dime que es para poder ayudar...

No lo sé... siento como si tuviera un vacío emocional que no me deja en paz, es como si algo me faltara a pesar de tenerlo casi todo y eso que no soy presumida -suspira algo triste-

No es un mal de amores, así que tal vez sea otra cosa... -miro hacia donde la menor había visto y se dio cuenta- ¿quieres tener amigos, cierto?

Pues... admito que vivimos viajando la mayor parte del tiempo, pero a veces quisiera que se quede en un solo lugar, vivir como una chica normal de mi edad. -desanimada sin saber que hacer-

Entiendo como te sientes, pero ya sabes como es la vida cuando eres parte de una famosa orquesta, tan solo tenemos que afrontarlos hasta el final, recuerda todo puede pasar -sonríe un poco dándole ánimos-

Solo espero que en algún momento podamos tener una vida tranquila sin tener que estar de un lado a otro, a veces me marea durante las noches y no poder dormir como se debe -frustrada-

Supongo que tienes razón, yo aun no me acostumbro y a veces me desvelo hasta las 4 a.m. -se rasca un poco la mejilla- con decir que al principio me la pasaba tocando el violín, pero como soy algo ruidosa me llamaron la atención y me puse a leer, por eso tengo muchos libros cerca de mi cama

Eso explica por siempre hay alguno cerca y sobre todo que la luz de tu cama estuviera encendida, pero bueno que mas da... Mejor toca algo con el violín ¿sí? -sonríe y convence a la chica-

Sayaka fue a su estante para agarrar el estuche donde guardaba su violín, se sentó cerca de la menor y preparo todo para tocar algo, reviso las diferentes partituras que tenia y escogió uno en especial. Había escogido uno de sus favoritos y uno de los primeros que uso para demostrar su talento con el Violín, después de afinar por unos minutos empezó a tocar aquella melodía de nombre ''Huma Huma – Pachabelly''.

Por varios minutos en el autobús que se había detenido para hacer una parada en lo que llenaban de combustible y compraba algunas pequeñeces se podía escuchar aquellas suaves notas, se podía notar que Sayaka era muy hábil con aquel instrumento, haciendo que su corazón se calmara un poco, cerro los ojos para imaginar que estaba en un bello campo lleno de hermosas flores de diversos colores llenos de vida, con un cielo azul con algunas nubes, todo parecía tal bello que su joven corazón respiraba tranquila en todo su esplendor, sin embargo la menor sentía que había algo que aun faltaba en su vida pero el problema es que no sabia exactamente que era por lo que lo olvido al escuchar tan bellas tonadas.

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Japón 7:10 de la mañana, suena la alarma desde hace unos 20 minutos sin embargo no logra hacer despertar, por lo que a los lejos se escucha pasos hasta llegar a la puerta para tocar levemente y al no haber respuesta abre en silencio hasta llegar cerca de la cama y al ver que seguía durmiendo con un poco de fastidio despierta a una chica de 15 años de nombre Nozomi