La noche del partido para el que tanto había estado entrenador Joel había llegado por fin. Erick fue llevado hasta el campo casi en contra de su voluntad hasta que Steph le recordó que Carly solía asistir a esos partidos debido a sus amigos que asistían a la misma universidad. Hubiera sido un poco extraño que ella se presentara ahí y él no estuviera apoyando a su supuesto novio.
—Te advertí que haria frío aquí, pero no quisiste escucharme como siempre —le reprochó su amiga al ver cómo trataba de buscar calor con sus aliento.
—Aún no logro comprender la razón por la que yo esté aquí —se quejó Erick tomando asiento en las gradas del campo de fútbol mientras se frotaba los brazos para eliminar cualquier rastro de frío que tuviera en ellos.
—Porque eres el novio de Joel y se supone que estas son las cosas que un novio normal hace por su novio, asistir a sus eventos importantes —Steph ni siquiera se digno en mirarlo mientras hablaba. Erick sabía bien que solo evitaba golpearlo y verlo directamente solo aumentaría sus ganas de hacerlo.
—¿Y por qué están ellos aquí? —señaló con la barbilla a Christopher y Richard que se encontraban en los asientos continuos a ella.
—Porque... —Steph se detuvo a pensar la razón de su presencia en el partido, dándose cuenta casi al instante que no tenía una razón logia o al menos válida para tenerlos ahí—... ¿por qué están aquí?
—No le quiero ver la cara a Yashua —Richard se encogió de hombros antes de llenarse la boca con palomitas de maíz—. Y ustedes son mis únicos amigos aparte de él.
—Eso es un poco triste, amigo —Erick casi se sintió mal por Richard.
—Yo no soy tu amiga, no se que te fumaste —era obvio que Steph no pensaba de la misma manera que él.
—¿Y qué hay de Dedé? —Christopher frunció el ceño en dirección a Richard.
—Me ha dejado en claro muchas veces que no soy su amigo y solo somos compañeros de trabajo.
—¿Cómo conoces a los no-amigos de Richard? —esta vez fue el turno de Steph para fruncir el ceño.
—¿Cómo no voy a conocerlos si me usa como su chófer en lugar de buscar una licencia para conducir como una persona normal?
—Conducir es para perdedores —fue la única respuesta por parte de Richard.
—Aún no me dices qué haces aquí —Erick interrumpió la ya bastante desviada conversación.
—Cálmate enano, te aseguro que no vine a ver a tu novio —Erick se sonrojó al instante de escuchar a Christopher, aunque era consiente de que solamente bromeaba—. No tenía nada mejor que hacer —se encogió de hombros el castaño tratando de tomar algo de la comida del rubio pero éste le dio un manotazo antes de que siquiera pudiera alcanzar algo.
Erick decidió que lo mejor sería ignorar al trío de tontos que lo estaban acompañando al, quizás, momento más bochornoso de su vida. El equipo de la universidad de Joel entró corriendo al campo saludando a la tribuna que los estaban alentando a ganar el partido. Su vista se enfocó en la mata de cabellos rizados que estaba en la cabeza de la fila de jugadores, parecía estar buscando algo, o más bien alguien, entre el público. Una sonrisa adornó la cara del mayor cuando su vista se posó en él, elevó los brazos al aire y con sus manos hizo un corazón que iba dirigido al ojiverde.
Habría tenido tiempo para sonrojarse una vez más de no ser por el grito de Steph que lo dejado sordo primero.
—¡Te hizo un corazón, con un demonio! —gritaba la chica mientras lo zarandeaba.
