Capítulo 20

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~A la mañana siguiente~

La pareja seguía durmiendo después de su agitada noche, pero a pesar de esto ambos tenían muy en claro que el trabajo de padres jamás terminaba, tuvieron que dejar su sueño de lado cuando escucharon a su pequeña bebé llorar, no se movieron a los primeros momentos de captar su llanto ya que se suponía su hija estaba siendo cuidada por Jimin que no solía tener problemas a la hora de calmar el llanto de Sunny, pero antes de que pudieran volver a recobrar su sueño escucharon el llanto de su pequeña más fuerte que antes, demasiado fuerte como si estuviera a muy cerca de ellos.

-Te toca a ti.—Murmuro Seokjin con un tono adormilado, moviendo a penas un poco a su pareja, aún tendría problemas para moverse sin problemas por unos minutos más.—

-¿No estaba con Jimin?—Preguntó algo molesto comenzando a despertar por completo, no le molestaba tener que atender a su pequeña, aveces solía quitársela a Jin para encargarse el, le molestaba saber que su pequeña no estaba sola y aún así estuviera llorando por alguna razón, Sunny no solía llorar por cualquier cosa, algo que había cambiado muy notoriamente en Jeongguk era que desde el nacimiento de su hija el llanto de esta era una alarma para el menor del grupo, Jeongguk despertaba enseguida cuando escuchaba a su bebé, ella era su alarma diaria, recordar el que todos le dijeran que se olvidara de sus horas de sueño e intimidad le diera algo de risa, habían tenido razón en ello, pero no podía evitarlo, el solo pensar que no estaba allí cuando su bebé le necesitará provocaba una gran ansiedad y sentía que no era un buen padre, Jeongguk quería ser el mejor padre para Sunny.—Sino fuera mi Hyung, compañero de grupo, amigo y que mi hija lo adora en serio que lo mato.

-Yo iría, pero necesito unos minutos más para poder moverme completamente.—Jin miro a su marido mientras esté comenzaba a vestirse con lo primero que encontraba.—Además de eso es tu turno y ya sabes lo buena que es para escabullirse Sunny.

-Igual lo mataría.—Repitio murmurando entre dientes aun algo dormido, Jin trababa de no reír por lo que decía su Ggukie, pues a este a pesar de que despertaba enseguida si su nena lo necesitaba aun le faltaba acostumbrarse un poco más a las horas reducidas de sueño, aveces incluso en sus días libres, aunque bueno en esos momentos ni siquiera se encontraban en su hogar realmente.—

Jeongguk abrió la puerta de la habitación matrimonial que estaba compartiendo durante ese viaje con Seokjin, encontrándose con su bebé, sentada en el suelo mientras soltaba ahora pequeños sollozos al notar que uno de sus padres iba a por ella, este se arrodillo frente a su pequeña para tomarla entre sus brazos, dejando que se ocultará en su pecho como solía hacer bastante seguido, Sunny siempre buscaba refugio entre los brazos de su papá, en eso les recordaba bastante a Seokjin.

-¿Que haces allí nena?—Le hablo a su pequeña dejando pequeñas caricias en su ondeado cabello castaño.—¿Donde esta el inútil de tu tío, princesa?

-Appa...—Jeongguk solto un suspiro al escuchar a Sunny, volteo a ver a su esposo que lo miro de vuelta encogiendose de hombros.—

-Ya regreso amor y no te sorprendas si dejo sin uno de sus tíos a nuestra hija, aunque sea por unos pocos días.—Advirtio un poco en broma y un poco en serio, se fue de allí cerrando la puerta de la habitación detrás de él, dejando así que Jin pudiera cambiarse con tranquilidad y tomar sus pastillas, miro por el pasillo buscando a Jimin queriendo saber como su pequeña llegó hasta la puerta de su habitación, llorando y no muy adecuadamente abrigada, por la cabeza de Jeongguk solo pasaba el temor de que su nena pudo haberse hecho daño o el tiempo que estuvo expuesta de esa forma, al menos no se encontraban en un hotel, sino más bien en una cabaña por unas pequeñas vacaciones de fin de semana que se estaban dando como grupo, tan perdido en sus pensamientos se encontraba que de un segundo a otro se topo con Jimin en el pasillo y se notaba por parte de este que estaba buscando algo o más precisamente a alguien, que para su mala suerte encontró en ese momento, pero con quien de seguro le habría asesinado con la mirada si pudiera en esos momentos.—¿Por qué mi hija estaba en la puerta de mi habitación, Park?

Confía en mí, no te vayas (editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora