El comienzo 1.

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Rose! ¡mueve tu trasero hasta la cocina ahora mismo!

-"Mierda. Me pregunto qué le pasará ahora. Espera...¿de verdad quiero saberlo?"- me cubrí la cara con la almohada. ¿De verdad tenía que levantarme? con lo que amo yo a mi camita. Aish. Las cosas que hago por la familia.

Arrastré un pié fuera de la cama. Bien, ya es un avance. Ahora el otro. Ahora me levanto del todo. Vale, misión completada. Bajo las escaleras hacia la cocina y veo a mamá cruzada de brazos. ah, claro y a Elliot con cara inexpresiva mirando la tele en el salón.Espera. Esperaesperaespera. ¿QUÉÉÉ? ¿QUÉ DEMONIOS HACE AQUÍ? Oh,oh... lo había olvidado. Le prometí a mamá que iría con ella a elegir un vestido para la boda de su mejor amiga Helen. Pero también le prometí a Elliot, mi mejor amigo, que le ayudaría con su trabajo de lengua. Mierda mierda y más mierda. En el lío que me he metido yo solita. Tendré que hacer uso de mis dotes teatrales. Vale, piensa rápido. Me froto los ojos y aleteo las pestañas, y pongo mi mejor cara de cachorrito herido.

-Buenos días mami, ¿has dormido bien? veo que sí, hoy tienes un aspecto genia...

-Rose, le prometiste que le ayudarías con un trabajo de clase. Ahora no podrás acompañarme. Te quedarás en casa y ayudarás a Elliot como le prometiste- dió un sorbo a una taza de café humeante- y a la próxima me avisas antes cielo.

-Vale mamá, lo siento.-uffff pues al final si que ha dormido bien, menos mal, la cara de cachorrito debe de seguir funcionando- siempre puedes mandarme las fotos de los vestidos que te gusten por whatsapp y yo te digo lo que me parecen.-sonrío y pongo carita angelical, o al menos lo intento, porque creo que me ha salido una mueca rara, y mi madre se ríe por lo bajo. A veces creo que ella es más adolescente que yo. Creo que, como Zac, mi hermano mayor, ha salido,tengo la casa para mí sola. Bueno, y para Elliot también. Ugh, qué divertido hacer un trabajo el sábado por la mañana (nótese el sarcasmo)... pero al menos soy positiva, solo quedan dos semanas para que se acaben las clases (mi mente ya está eufórica y mis neuronas se preparan para dormir toooooodo el veranoo).

-¡Elliooooot!-grito y salta sorprendido.Me lanzo a su lado en el sofá mientras le doy un abrazo de panda y se ríe.

Va a ser una buena mañana, me voy a reír mucho con él, siempre lo hago. ¿Y dicen que la risa te alarga la vida? debo de ser immortal. Sé, que en cuanto terminemos el trabajo ( mientras dure el trabajo tengo que ponerme seria con él o empezará a hacer tonterías) le recompensaré con una buena sesión de pelis y palomitas. O quizá entremos en internet, a mirar viñetas y a reírnos un rato, quién sabe. A media mañana hacemos un descanso para picar algo, y como no, desconectar el cerebro de Elliot un rato. Creo que si hubiéramos seguido un indio hubiera podido hacer señales de humo con el que salía de su cerebro. No me malinterpretéis, Elliot es mi mejor amigo y me cae genial, pero es que lengua no es su fuerte. Yo le ayudo con lengua y él me ayuda con mates cuando no me entero.

-¿Sándwich de queso y zumo de naranja?- decimos los dos a la vez. Vaya, creo que a veces este chico tiene el poder de leerme la mente. O eso o en ocasiones soy muy predecible. Reímos de buena gana, y mientras hago los sándwiches Elliot está muy callado. Mmm... mala señal. Justo me giro a preguntarle si pasaba algo y me lo encuentro a pocos centímetros de mi cara con una amplia sonrisa.

-¿ Qué haces? no creí que el trabajo de lengua te aturdiera tanto.

-Mmmm sí. Pero aparte de eso es el momento del...¡monstruo de las cosquillas!

-¡Nooooo!-Abro mucho los ojos e intento huír de Elliot; cuando le da por hacerme reír me acaba doliendo el estómago.Forma una barrera con sus brazos y me arrincona.Le suplico que no lo haga, que lo deje para otro momento, pero ya se le ha metido entre ceja y ceja la idea y no hay quién le haga cambiar de opinión. Creo que nunca me he reído tanto. Los ojos me lloran y Elliot no para a pesar de que se lo pido una y otra vez. Ya me dan punzadas en los costados.

-Ayyyy, ayyg aghjj, jajajajajj, paaaraaaa, jajajaj paraaaa ellioooot,¡paraaa yaaa!- con el último grito le cojo las manos de una vez por todas y le empujo, quedando él contra la isla de la cocina y nuestros rostros a escasos milímetros, pero no estoy incómoda porque elliot podría ser mi segundo hermano. Sonríe travieso.

-Es suficiente Elliot. Cómete ya el sándwich y acabemos el trabajo de lengua.

-¿Sabes Rose? de cerca tus ojos parecen más marrón caca.- hago una mueca y me saca la lengua. Pfff... infantil.

- Sabes que són color café, jade, chocolate o lo que sea. ¿Pero; color caca? ¿Entiendes por qué te va mal lengua? le devuelvo el gesto y sonrío por mi ocurrencia y Elliot se aleja enfurruñado al piso de arriba con su sándwich y su zumo.

My favourite roseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora