8.-La cita

60 1 0
                                    

Abrí los ojos. Estaba en mi habitación. Qué pena que no estuviera Alack allí. Necesitaba verle, ansiaba poder tocar su cremosa piel, poder mirarle a los ojos. Pero no estaba nada segura de lo que sentiría él. "El amor nos vuelve tontos y ciegos, nos quita capacidad neuronal, no pensamos ni vemos con claridad las cosas. Será que se trata de entregarle el poder de destrozar tu corazón a esa persona, esperando que no lo haga, darle el poder de hacerte daño y destrozarte con tan solo una palabra y rezar para que no ocurra. Pero luego no digas que no te avisé." Mmm vaya que profundo mente. Creo que te llamaré Roberta.

"¿Qué?¿Cómo que Roberta?"

Sí, Roberta. Ahora ve a seguir filosofando a otra parte.

"ñsjsjjsjshsjjd "

En fin, ahí te quedas Roberta.

Compruebo que tengo todo listo para el instituto, y por el camino pienso en ese joven que hace unos pocos días pasó a ser tan importante en mi vida, solo unas pocas palabras bastaron para que pusiera mi vida patas arriba. Y ahora al llegar al instituto sin darme cuenta busco al joven que se coló en mis sueños con la mirada, esperando verle, mientras one for the road, de los arctic monkeys suena en mis auriculares. Me consuelo diciéndome que al menos puede que me esté observando desde las sombras, pero conservo intactas las esperanzas de que me deje verle. Ah, esa era la palabra. Esperanzas. Solo que es más realista cuando va acompañado del adjetivo "falsas". Suspiro entristecida y sigo a lo mío, mientras las canciones se suceden una tras otra, sonando ahora una versión de the scientist, de glee,y el tiempo se me escapa entre los dedos como si fuera fina arena dorada.

▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪

La semana se ha pasado volando y casi no me he dado ni cuenta. Pero claro; escuchando música, intentando ignorar a todos, (sobretodo a Elliot y Megan en plan meloso, y al pesado de Austin) hablando con Alack por el chat de cualquier insignificancia o tontería, yendo a clases, durmiendo en mis ratos libres y aguantando a Roberta, es normal. Supongo.

Ya es viernes. Estoy nerviosa, había quedado con Alack en 20 minutos, a las ocho y media, en la escuela, no sé porqué allí precisamente, puede que por ser la última referencia de nuestro "fortuito" último encuentro.

No paraba de moverme por mi habitación, mirando los techos altos, la litera con sábanas fucsia , mi apreciado escritorio blanco y silla giratoria azul, la moqueta marrón y otros muebles,varias fotos y otros recuerdos que la completaban. Mi cuarto podría ser obra de Agatha Ruíz de la Prada, a decir verdad me encantaba el toque único que le otorgaba cada color, lo hacía más acogedor, divertido y le daba mi toque personal. No podía más de los nervios, iba a estallar en cualquier momento, como un globo. Un globo azul llamado Rose.

Caminé por toda la habitación, revisé mi correo mil veces (vaaaale, no tantas, ya deliro), y como no encontraba ninguna novedad decidí subir y bajar las escaleras, haciendo ruido al pasar por un escalón que cruje. criii, criii, criii, arriba y abajo todo el rato. Y solo han pasado cinco minutos. Mi hermano aparece con el pelo marrón revuelto y en pijama y me pide malhumorado que deje de hacer eso mirándome enfadado con sus penetrantes ojos grises , que son como el mar de Escocia embravecido en el mes de mayo. Como la ceniza en... en el míercoles de ceniza. Yo que sé.

"Tus comparaciones apestan..."

Gracias Roberta.

"no hay de qué :) "

Me empiezo a clavar las uñas en las palmas de las manos. Sí... viva el autobullying.

"No lo hagas, estúpida, con eso no consigues nada, tan solo hacerte daño." Aprieto más fuerte.

My favourite roseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora