En la mañana el estruendo de un sillón raspando con el suelo a toda ospera hizo que cayera en seco sobre la punta de la cama. Tenía el corazón en la punta de los dedos, maldeci a quienes vivieran en la azotea arriba. Ya fuera de la cama con el corazón más tranquilo empecé el día con el pies derecho. Supuse que no faltaría mucho para que sonara la alarma porque el sol empezaba a salir entre los edificios de al frente haciendo que los rayos de luz se esparcían por toda la habitación.Tome el celular con pereza y tenía un mensaje de Lucy.
Lucy: Mi amor, Panchita. Espero que estés bien. Te llame porque Xu me ha llamado y necesito decirte algo que me ha comentado que me tiene con los pelos de punta. Me he comido las uñas desde entonces. Por Favor Nora, llámame cuando puedas. Abrazos. XOXO
Comencé a dar un analiza a mi calendario mental a ver si había llegado tarde algún día y Xu se lo había comentado a Lucy, pero no. En realidad ni había salido. Mi mente estaba estacionada a tan temprano en la mañana y aún se me hacía imposible el procesar algunas cosas.
¿Ha quien había metido allí? ¿Había maldecido en algún momento muy alto? ¿Tanto como para que los vecinos se molestaran y fueran con quejas?
Entre más lo pensaba nada parecía tener sentido. Quienes habían entrado allí solo había sido él chico de las pizza y no había entrado por completo. Bianca hacía días que no venía y la última vez no se quedó a dormir y para completar ni ruido hicimos. Nos pasamos llorando luego de ver la saga completa de Twilight.
En rara ocaciones me encontraba a Xu saliendo del edificio pero nunca habíamos planteado una conversación de alguna cosa que hiciera mal o le molestara. Xu era una persona muy seria aunque muy amable a la vez y de seguro de haber echo algo malo para que Lucy se quedara en ese estado me lo habría dicho primero.
Había acabado de ordenarme como toda las mañanas un poco más temprano. Así que tome las llaves de encima del sillón y con prisa camine hacía la puerta. Hubiera llegado de no haber sido por aquel fango que estaba en el suelo y que hizo mi culo rugir como huesos de anciana.
¡MALDICION!
Grite con fuerza una cadena de palabras que de Lucy estar allí me daría un sermón. Podría haber reído, claro que si, pero si hubiera sido otra persona la que estaría en el piso y no yo. Tenía el jean manchado y mi pierna se había pinchado debajo del sillón. Dolía, pero tenía esa batalla en mi cabeza de: ¿Si me dolía más el culo o la pierna? Ha lo que llegue a la conclusión que me dolía más, todo.
Puse un barde para que allí secaran las gotas. El tiempo se había apurado y faltaban solo nueve minutos para que estuviera a tiempo en el instituto. En un abrir y cerrar de ojos, me cambie de Jeans y me puse en marcha hacía el instituto.
Como había llegado 12 minutos tarde a la clase de matemáticas el maestro me negó la entrada por ser una chica "irresponsable eh impuntual". Mientras decía la tercera maldicon allí del día en su puerta decidí adelantar unos trabajos en la biblioteca, pero allí me negaron el uso de las computadoras por no tener el ID conmigo. Lo había dejado en el bolsillo del otro jean.
Será un buen día. Será un buen día. Será un buen día.
Fue lo que me repetía una y otra vez toda la mañana. En la última clase la chica que siempre se sentaba detrás de mi hizo un gesto con su dedo para que la mirara. La mire como si fuera ella la culpable de lo que me había pasado hasta hora durante toda la mañana. Comprendí que su punto era avisarme que tenía la blusa toda manchada por la parte de atrás. Con un gesto de agradecimiento un poco forzado por mi fastidio me encaminé a la cafetería.

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BAJO MI TECHO
RandomEste es el caso de Nora que vive en uno de los edificios que queda más cerca del prestigioso instituto. La construcción de la estructura es normal a simple vista, solo que se divide en dos partes "Mujer y Hombres". Cosa que no es un dolor de cabeza...