Capítulo 5

857 41 5
                                    

Alyson

No podía moverme de donde estaba. El chico me estaba mirando, el tal Nate. Era bastante guapo. Pero, la pregunta ahora era: ¿por qué me estaba mirando? Me había atrapado con su mirada. Tenía los ojos azules, eran muy azules, incluso más que los míos, eran... como el azul del cielo. Su pelo era de un marrón claro. Cuando me había dado cuenta de que me miraba, me había puesta roja.

-Señorita Weston, encima que llega tarde ¿quiere hacernos perder más tiempo de clase? -Preguntó el profesor.

El chico desvío su mirada al suelo, liberándome así de su mirada. Miré al profesor, que seguía a la espera de una respuesta.

-Sí -dije. Enseguida vi la cara de perplejidad del profesor. -Osea, no, lo que quiero decir es que... Mejor me voy a sentar a mi sitio.

-Sí, creo que eso sería lo mejor. -dijo el profesor.

Me dirigí nuevamente hacia mi pupitre y cuando llegué, me senté en la silla. Al lado mío no se sentaba nadie. Últimamente se había convertido en una costumbre que llegara tarde a clase, y eso se debía a que Andrew y yo nos habíamos pasado estas dos últimas semanas "investigando" si había gente como Andrew, que pudiera ver fantasmas. O como yo, que pudiera bloquear los poderes. Pero lo cierto es que no habíamos encontrado mucho. Nuestra única fuente de información había sido Google, y en Wikipedia no se encontraba gran cosa que digamos. Pero acabamos encontrando algunas cosas bastante interesantes. Como por ejemplo, un chico que podía hacer aparecer y desaparecer las cosas. Aunque bien mirado, también podría tratarse de un mago. También encontramos algo sobre un niño que...

-Bueno chicos, como os iba diciendo... este es vuestro nuevo compañero, se llama Nate Bronson. -dijo el profesor.

Volví a mirar un momento al chico el cuál ahora parecía confuso. A lo mejor el profesor había dicho mal su apellido, la primera vez que pasó lista dijo mal mi apellido, algo como: Wenton, ¿o era Wentin? Ya no me acordaba muy bien. El chico volvió a mirarme. Bueno, Nate. Nuevamente sentí como las mejillas se me encendían y agaché la cabeza.

-... espero que os portéis bien con vuestro compañero -volvió a decir el profesor. -Nate, ¿quieres decirle algo a tus compañeros?

Levanté la cabeza un momento, solo para ver como negaba.

-Bien, pues entonces, puede sentarte donde quieras.

Tomé mi mochila que se encontraba en el suelo, y saqué el libro de Lengua, mi cuaderno y el estuche. Bueno el estuche aún no lo encontraba, rebusqué en mi mochila hasta encontrar el bendito estuche. Entonces comencé a escuchar como unos pasos iban a acercándose hacia donde me encontraba yo. Se detuvieron. Cerré los ojos un momento y pensé: "Por favor, que no sea quien yo creo que es"

-¿Te molesta si me siento a tu lado? -preguntó Nate.

Abrí los ojos y lo vi de pie justo a mi lado.

-Eh, yo... No, claro que no, ese sitio no es el mío. No pone mi nombre o algo por el estilo. -Dije algo nerviosa.

El asintió y se sentó en el sitio contiguo al mío. Dejó la mochila en el suelo y empezó a sacar los libros. El profesor empezó a dar la clase. Oí como una chica decía por lo bajini: "¿Por qué se sienta al lado de la rarita?" Yo cogí un mechón de mi pelo y empecé a enrollármelo en el dedo índice.

-¿Por qué haces eso? -preguntó Nate.

Lo miré y vi que me miraba con curiosidad.

-Yo... Es una de mis manías. -Respondí un tanto nerviosa.

Me miró algo extrañado y luego abrió el libro de Lengua por una página al azar.

-Vamos por la página 49. -le informé.

PoderesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora