12. Liam

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Capítulo editado


12 | LIAM

Algo hace que eleve la cabeza de la pantalla de mi celular, y es cuando la veo. Entró a este bar de mala muerte descalza, recogiendo su vestido de un costado para no pisarlo y con el maquillaje corrido. Un perfecto desastre que me quita el aliento.

Se toma su tiempo para saborear el aroma a café que inunda el establecimiento, segundos después, sus ojos encuentran los míos.

Pensé estar mentalmente preparada para esta situación, pero me estaba mintiéndome. Nunca estuve listo. Y tampoco estaré listo por más que tenga todo el tiempo del mundo para prepararme. Guardo la respiración por unos momentos, mientras sus ojos marrones me inspeccionan como si hubiera visto a un fantasma.

Si hay algo que hace que esté más tranquilo, es se encuentra igual de afectada que yo. La diferencia es que siempre pude leer a Quinn con facilidad. Ella no a mi. Además, hay una persona que entró a este lugar sin zapatos, arrastrando un vestido y con el maquillaje corrido, y no soy yo.

Mi corazón amenaza con saltar de mi pecho al verla parada ahí. De todas las maneras que había imaginado encontrarla, esta es la última. Tengo que parpadear para asegurarme de que es real y no es mi mente imaginando cosas después de haber pensado en ella tanto.

—Liam —suelta el aire contenido al estar a unos metros de mí, ya que elegí una mesa cerca de la puerta.

Oír mi nombre salir de sus labios comienza a trastocar mis sentimientos, a jugar con mi cabeza. Es en este preciso momento que sé que no la he superado, que Quinn sigue siendo una herida profunda en mi corazón y que no ha sanado, para nada. Estar alejado de ella solo hizo que se aplazara lo inevitable.

—Quinn —es lo único que puedo decir al salir de mi asombro.

Noto rápidamente que no sabe qué hacer. Yo tampoco, a decir verdad. Mi cabeza está funcionando a todo lo que da intentando procesar esto.

Intenta acercarse a mí, pero pronto se tambalea y se tropieza con sus propios pies. ¿Esta borracha? Cierra sus ojos y parece perder el conocimiento por unos instantes. Se sostiene de la silla a mi frente y hace fuerza con sus brazos para no caerse.

Como reacción automática, me levanto de mi silla haciendo que esta se arrastre en el suelo y me apresuro a atraparla. Apenas la rodeo con mis brazos, Quinn deja de hacer fuerzas y me deja sostenerla por completo.

Tenerla tan cerca también hace cosas extrañas en mi mente y en mi pecho. ¿Cómo puede ser posible que tan solo con este tonto toque ya haya despertado todos esos sentimientos que pensé tener completamente muertos?

—¿Estás borracha? ¿Qué comiste? —le pregunto al mismo tiempo que estiro un pie para atraer la silla y sentarla. Cuando logro que se siente, me doy cuenta que pesa como una pluma. No la recordaba tan liviana. Ahora que lo noto, sus clavículas resaltan mucho más y sus brazos se ven incluso más delgados de lo que ya eran.

—No, no he comido nada. Y no, no estoy borracha —responde ella vagamente consciente. Frunce el ceño e intenta sentarse con la espalda recta, intentando concentrarse en estar despierta. Vuelve a desorientarse y cae.

—Mierda, Quinn —murmuro molesto.

Elevo mi mano al mesero que se encuentra sumido en su teléfono. Termino por gritarle para que venga, el chico que no debe tener más de veinte. Por poco salta de su lugar para venir a atenderme. Abre sus ojos como platos al ver a Quinn casi inconsciente.

—Trae un vaso de agua, ya —ordeno. Él asiente y se va apurando el paso.

Vuelvo mi mirada a Quinn, está luchando para mantener sus ojos abiertos.

The Same Heartbreaker (2) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora