39. Liam.

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Capítulo especialmente dedicado a Adriana Rossano. Dile gracias a tu amigo Juan Guerrero, te quiere mucho. Disfruta!




LIAM

Mensaje de Quinn:
Hola, no pude contestar antes. Esto es una locura. Estoy bien y te extraño, creo que no hace falta decirlo, ya lo sabes. Te llamo cuando pueda❤️

Miren quién decidió aparecer.

Releo el mensaje que acaba de mandarme Quinn y dejo el celular sobre la mesa. Cierro mis ojos con fuerza, me había prometido no ser de esos imbéciles que están todo el tiempo pendientes a los mensajes de una chica. Y ahora estoy aquí, con el corazón en la boca cada vez que oigo el sonido de una notificación.

Sacudo mi cabeza levemente y continúo concentrándome en mis libros. La profesora Turner hizo de las suyas el día de ayer, la tarea que dejó es de otro mundo. Desde hace tres horas que estoy sentado en la mesa de la sala de estar, subrayando partes importantes y escribiendo en mi computadora.

La universidad ya no me parece tan divertida.

—¡LIAM! ¡¿QUIERES CA-FÉ?! —oigo el grito de Tyler desde la puerta de su habitación. Antes de que pudiera decirle que sí, corre hasta donde estoy. Tiene el pelo revuelto y dos grandes bolsas bajo los ojos.

—¿Planeas audicionar para The Walking Dead? —le pregunto mirándolo divertido. Tyler es uno de esos tipos que siempre vas a ver con la ropa nueva y combinada, recién afeitado y el cabello en su lugar. La universidad también lo esta afectando.

—Tengo un jodido examen de finanzas. Yo sé que lo voy a desaprobar, pero la actitud va primero, ¿no? Si uno va con la mentalidad correcta, puede dominar el mundo. Ademas, estuve faltando a todas las clases y no sé nada. Solo tengo los apuntes de una compañera que creo que esta enamorada de mi en secreto. Y... —toma aire—. Siempre hay que presentarse a un examen con cara de sabérselo todo porque eso resulta intimidante y hace que tus compañeros estén asustados y no hagan bien el examen. Eeeeeentonces, cuando el profesor corrija, se dará cuenta de que bueno, mi examen no esta tan mal a comparación del resto. Y, además de todo esto Liam, el profesor no puede desaprobar a muchos porque eso sería decir que él es mal profesor por no enseñar bien. Son estadísticas.

Intento reprimir la risa porque Tyler luce demasiado serio ante todo esto. No funciona, termino rompiendo en carcajadas.

—Deja de beber café.

—Necesito energía —repone él—. Iré a hacerte un café.

No le digo nada más, mejor que sea café a una botella de vodka barato. Continuo escribiendo el ensayo cuando Tyler vuelve con dos tazas de café humeantes. Deja una al lado de mis libros y le da un sorbo a la otra mientras se sienta a mi frente.

—¿Cómo van las cosas con Quinn? —me pregunta de repente. Quito mis manos del teclado para mirarlo bien.

—No tan bien —contesto—. No responde mis mensajes, siempre parece estar ocupada.

—¿No es que volvió a Miami? Dale tiempo para adaptarse. Te sigue queriendo, Liam. No te rompas la cabeza —dice Tyler con aires de sabio mientras se reclina en su asiento.

—¿Me dirás donde estás pasando todas las noches? —inquiero ahora que estamos con ánimos de hablar sobre nuestras vidas. No pasa muy seguido en estos días—. O mejor dicho, ¿con quién?

—Buen intento, Hamilton.

—¿Ahora ocultas cosas? —le pregunto. Él niega—. Lo que sea que esa chica te este dando, debe ser muy bueno para que sigas volviendo.

The Same Heartbreaker (2) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora