Llegaron a una casa en un área que se veÃa adinerada, pero no tuvo tiempo de ver su entorno, sintió como él la llevaba hacÃa el interior de dicha casa y se dejó ir.
Al entrar la apretó entre su cuerpo y la pared, recorriendo su cuerpo con manos habidas de pasión.
Ella tiraba de la camiseta de James, pero él la detuvo y tomando su mano la guÃo nuevamente pero ahora a su habitación, una vez adentro la tomo de la cintura sujetando los bajo de su suéter, lo jalo dejándola en un sostén de deportes negro que intentaba comprimir sus pecho casi sin lograrlo, pues aún asà se los veÃa sobre salir.
La recorrió hacÃa abajo y tomó la cinturilla de sus pantalones jalándolos sin sutilezas con todo y su panty.
De subida, beso sus regordetes pero firmes muslos, sintiéndola temblar alzo su rostro buscando sus brillantes ojos negros, cuando se cruzaron sus miradas le dijo con la voz algo ronca de deseo -dijiste que estabas sudada pero hueles increÃble princesa- eso la hizo sonrojar, siguió dejando varios besos cuándo notó que ella se cubrÃa el abdomen nerviosa con vergüenza de su cuerpo.
Ese gesto lo enterneció, ascendió dejando besos sobre sus manos y su vientre, haciéndola suspirar mientras sus ojos se cristalizaban levemente por los sentimientos contenidos, al llegar a la altura de su pecho tomó el filo de su brasier deportivo y tiró de este hacÃa arriba liberando sus suntuosos pechos, se sentÃa más que inapropiada y poco atractiva, toda desnuda frente a un hombre tan atractivo como él.
James se desvistió frente a ella dándole un espectáculo que sobre paso su imaginación al ver un cuerpo masculino tan perfecto que parecÃa esculpido sobre el duro mármol, levemente cubierto de bellos que solo acentuaban sus músculos y lo hacÃan más varonil.
Las manos le picaban por tocarlo, se morÃa por besar ese abdomen tan marcado, pero cuándo se quitó el pantalón y el bóxer liberando su erección se le hizo agua la boca se le seco la garganta, haciéndola pasar saliva con dificultad.
Estiró la mano para tocar su abdomen pero él le guió la mano hasta su virilidad con una mirada depredadora.
-Ves lo que me haces hermosa- condujo su mano por toda su longitud y Jean sintió su centro humedecerse abundantemente.
Él la envolvió en sus brazos y la llevó hasta su cama, al caer al colchón sintió que estaba sobre una nube de lo confortable que era aquella cama. James no perdió su tiempo y cubrió sus labios con los propios en un beso profundo y demandante.
Sus manos recorriéndola conavidez y sin pena, haciéndola sentir deseada y con ansias de más.
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Un secreto imperfecto
Romance¿Qué harías si una noche de chicas, encuentras al hombre perfecto y le permites derribar tus barreras, dejando te arrastrar por el deseo? Creíste que él era perfecto?? Nadie lo es... Él tiene... Bueno ahora ya no importa lo que tenga, tú nunca debis...