2° CAPÍTULO

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-- ¡Pero señorita, ya le dije!, .... Que tiene equipaje para medio mundo _ El conductor le respondía así a la joven.

Mientras la joven le pasaba su equipaje al conductor, este le pasaba a un señor y el señor lo acomodaba dentro del vagón del tren, entre aquellas cosas, estaban una maleta, unos bolsas de regalo, un peluche de cocodrilo, una planta de palmeras con todo y maceta, etc.

-- ¡Tome!, .... ¡Coja el cuadro con cuidado!, .... ¡Es de Babaji! _ Les gritaba un poco nerviosa y apurada la chica.

-- ¿Tiene más equipaje? _ El señor dentro del vagón les pregunto, mientras sostenía el cuadro entre sus manos.

-- ¡No se preocupe!, no importa cuanto tenga. Déjala entrar _ Un joven que también se encontraba ayudando a acomodar las cosas hablo.

-- ¡Esto!¡Esto!, ¡Coja esto! _ Les volvió a gritar la chica, alcanzándoles más cosas.

-- ¡Esto es muy peligroso! _ El señor hablo nuevamente, pero viendo hacia el joven que les ayudaba.

-- ¡Señorita, mire al frente! _ El conductor le volvió hablar.

-- ¡Si, ya lo hago!, .... ¡Pero meta todo el equipaje! _ Le respondió la joven.

Cuando ya se había acabado todo el equipaje, la joven simplemente tomo un poco de impulso, para correr un poco más y apoyada del conductor que le ayudo con su equipaje, estaba intentando abordar el tren en movimiento.

-- ¡Vamos, vamos!, ¡Deme la mano!, ¡Deme la mano! _ La joven le comenzó a pedir ayuda al joven que se encontraba cerca de la puerta, ya que el señor que estaba antes, se había retiro un poco, para acomodar mejor las cosas de ella.

Con casi medio cuerpo afuera del tren y el otro casi dentro, estiro su mano derecha para que el joven le pueda ayudar a subir, ya que con la mano izquierda se estaba sujetando de un costado del tren. El joven al ver la intensión de la chica en querer abordar el tren no dudo, y le extendió la mano, para que se pueda sujetar y tomar impulso y así pueda subir al tren.

-- ¡Vamos!, ¡Oh Dios! _ Muy sorprendido y asustado, el joven solo pudo exclamar aquellas frases, cuando vio como había entrado rápidamente la joven, ya que fue gracias a un tirón de parte de él, que ella pudo entrar.

-- ¡Sí!, ¡Sí! _ Muy contenta y sobretodo con un tono de voz un poco elevado, celebraba la reciente hazaña.

Todos los pasajeros al escuchar aquel grito solo giraron sus rostros para ver, quien era la responsable de tal grito.

-- Este era el límite y lo he cruzado hoy _ De manera muy agitada lo comento a los demás.

Los pasajeros, al percatarse del estado de la joven la observaban más curiosos e intrigados, por lo que había pasado.

-- ¿Saben qué?, .... ¡Hasta hoy nunca he perdido un tren! _ De manera triunfal esta vez hablo y con una de sus manos hacia una señal de victoria.

Algunos de los pasajeros, solo podían sonreír ante la ocurrente pasajera, mientras que otros simplemente la miraban de manera confundida.

-- ¡Gracias, Babaji!, ¡Has evitado que pierda mi récord! _ De manera muy alegre, agradecía y sobretodo recuperando aun el aliento, miro hacia el cielo y agradeció a su bisabuelo.

El joven que la había ayudado entrar solo podía sonreír ante lo que estaba viendo. La chica luego del agradecimiento, giro lentamente su rostro y miro aun cansada al joven que la ayudo.

Este al ver que la joven lo miraba, también dirigió su mirada hacia el rostro de la chica. Esta al ver que tenía la atención del joven, simplemente jalo la mano de él, ya que el joven aún mantenía entrelazado su mano con la de ella.

VOLVIENDO A CASADonde viven las historias. Descúbrelo ahora