Capitulo #6 Comienza algo nuevo.

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Suspire mirando la entrada de mi casa. Esto iba a ser un maldito infierno una vez que cruzara esa puerta.

Respirando hondo tome el picaporte de la puerta principal y al abrirla lo primero que vi fue a mi madre cruzada de brazos con el ceño fruncido al punto de que sus cejas casi se juntaran, su rostro estaba levemente rojizo y se podía ver como temblaba del coraje.

— Me podrias explicar, ¿Porque demonios el Director me ha llamado para decirme que fuiste suspendida debido a tu conducta? — Su voz sonaba contenida, sabia que estaba reteniendo las ganas de gritarme.

— Tuve una pelea— Dije sin más.

–—¿¡QUE?! — Grito.

Era mejor que le dijera las cosas de golpe a que se las ocultara porque sabia que en algun momento se enteraría y seria peor.

— No fue nada. Estoy muy cansada, me ire a la cama— Me dirigi a las escaleras con la intención de subir al único lugar en el que tenia paz.

— Tu no te vas a ningún lado jovencita.— Mi madre me tomo de la mano haciendo que me volteara a encararla.

— Me darás una explicación Alyssa. ¿Que te pasa? ¿Te haz vuelto loca? Tu no eres así.— Me miro con decepción.

La miré con enojo —¿Y tú qué sabes de como soy? Te la pasas en el hospital y yo en esta casa completamente sola. Nunca me prestas atención y cuando estas solo te encierras en tu cuarto a dormir.— Reproche.

— Trabajo para poder darte una mejor vida.— Suspiro cansada.

— Desde que papá se fue te la pasas huyendo de esta casa, por eso Jess y Christian se fueron, nadie en esta casa se soportaba. Somos dos extrañas viviendo bajo el mismo techo, solo eso. Ni siquiera podemos decir que somos una familia.— Dije triste. Vi como su mirada estaba igual que la mía.

Después de tantos años habíamos dejado de querernos y la presencia del otro solo nos irritaba.

Suspire cansada y mi madre ya no dijo nada más, solo se quedó mirando a la nada. Sabía que le dolía, sabía que ella siempre quiso que fuéramos unidos y felices; pero tampoco ayudaba para que eso pasara.

Nos quedamos en silencio una frente a la otra por unos minutos hasta que ella al final suspiró y dijo que se le haría tarde para el trabajo, tomó sus cosas y salió de la casa dejándome sola como siempre.

A veces creo que es mejor estar sola que mal acompañada, la soledad siempre ha sido mi refugio, donde yo me curo y me levanto sola. Es duro pero es lo que tengo.

Al menos ya no mencionó nada sobre mi suspensión pero sabía que lo volvería a sacar a relucir.

Por la tarde me limite a comer algo y ver un poco de tele hasta que decidí irme a dormir. Solo pensaba en que estaría planeado Harry y con eso caí en los brazos de Morfeo.

••••••

A la mañana siguiente me encontraba esperando a Harry fuera de mi casa a las tres como el me había dicho. Mi madre llego en la mañana y solo se limitó a hacer el desayuno sin mediar palabra conmigo para después ir a su cuarto a dormir ya qué había pasado gran parte de la noche y del día en el hospital.

Jale las mangas de mi suéter. Hoy estaba haciendo frío en Londres, aunque es algo muy común nunca llegaría a acostumbrarme. Siempre he sido muy friolenta y enfermiza así que trato de evitarme eso siempre usando suéteres gruesos y de cuello de tortuga.

Mire el cielo tratando de matar el tiempo en lo que esperaba a Harry y me puse a pensar en todo lo que había pasado en mi vida estos últimos meses. Me di cuenta de como tu vida puede cambiar en un segundo, en un abrir y cerrar de ojos. Como puede ser hermosa en un momento y al siguiente convertirse en un infierno.

V de Venganza. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora