Capitulo #2 Trato.

120 12 2
                                    

Me levante por la molesta alarma que no se callaba, maldita sea. Respire hondo y me estire haciendo mis huesos crujir. Mire por unos segundos el techo y de un salto salí de la cama y me dirigí al baño para darme una ducha, cuando sali me puse una falda larga que me llegaba al las rodillas y un suéter con cuello de tortuga, unos zapatos de piso y me hice un chongo desordenado. No tengo el mejor gusto para la ropa; de hecho tengo un horrible gusto para la ropa, pero me siento cómoda usándola así que da igual.

Salí de mi cuarto y fui directo a la cocina, mi madre estaba allí con su café y una revista en su mano. Me susurro un "Buenos días" pero yo no respondí y me comencé a preparar el desayuno.

Mi madre era neurocirujana, la mayor parte del tiempo se la pasaba en el hospital y cuando estaba en casa estaba más dormida que despierta. La entendía, su trabajo era duro y pesado; pero era buena madre. Me daba lo que necesitaba y aunque casi no conviviéramos sabía que se preocupaba por mi.

Al terminar levante mi plato y me despedí de mi madre para luego salir de mi casa. Camine a paso tranquilo hacia la parada del autobús. Hacia un poco de frío en las calles de Londres pero a pesar de eso la mañana estaba linda. Después de esperar unos minutos al fin tome el autobús.

Habían pasado tres días desde el encuentro con John y bueno ya nadie se interesaba en mi de nuevo.

John no me ha prestado atención y eso me alegra y me entristece a la vez, después de todo, bueno... él fue mi primer amor.

El punto es que no puedo olvidar a ese maldito bastardo y se me es imposible porque quiero decir, lo amo. Patético. Lo se pero no puedo evitarlo. Una parte de mí lo seguía amando con todo mi corazón mientras la otra planeaba arrancarle los dientes uno por uno a esa sonrisa perfecta se que carga.

Camine por los pasillos llenos de gente riendo con sus amigos mientras otros estaban en el piso haciendo sus deberes o simplemente sacaban cosas de sus casilleros y se preocupaban por no llegar tarde. El pasillo en sí, era todo un caos.

Quería encontrar a Harry para pedirle su ayuda, esperaba que hoy si vinera, la última vez que lo vi fue el día que me dejo como tonta frente al estacionamiento. No había asistido a clases, lo sabía porque había estado buscándolo como loca y no lo había encontrado.

Las primeras tres clases fueron eternas aparte que no tenía ninguna con Styles así que tuve que esperar hasta el almuerzo.

Para la quinta hora yo ya estaba a punto de quedarme dormida en la clase de biología. La daba una maestra relativamente joven la cual solo te ponía a copiar lo que venía en el libro, la mayoría estaba trabajando otros durmiendo- como lo quería hacer yo- y los demás platicaban tranquilamente.

Me sobresalte al escuchar el timbre para poder salir al almuerzo y tome todas mis cosas guardándolas en mi bolso para después prácticamente correr a la cafetería.

Cuando entre el olor a comida rancia y a humanidad inundo mi nariz, el sonido de las voces era demasiado alto y apenas podía pensar con claridad . Estaba dispuesta a hacer que Styles cooperara, si o si.

Pasé mi vista por todo el lugar hasta que lo vi sentado en una mesa al fondo, el chico que siempre estaba con el. Aarón. se levantó y comenzó a caminar  hacia la pequeña tienda donde ordenabas tu comida. Con la mirada examine rápido la cafetería y para mi suerte John ni sus idiotas amigos no se encontraban en la cafetería así que comencé a caminar hasta llegar a la mesa en la que Harry estaba sentado solo, vi que miraba su celular con los labios apretados y el ceño fruncido. Traía una sudadera entre gris y azul, unos pantalones negros y unas botas cafés. Era muy guapo pero te daba la impresión de que era muy hostil, muy cerrado y que por alguna razón siempre estaba enojado.

V de Venganza. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora