Días después....
—¡Que les vaya bien!
— Gracias tía, volveremos temprano
—Eso ni lo dude Sra. Condesa
Las tres señoritas se fueron en el carruaje rumbo a la ciudad.
—Ven baja Madeleine que llegamos
— Si Claudia solo que estaba olvidando mi sombrero
—Ojalá la señora Ziege haya terminado mi vestido
—¿Y que color elegiste Astrid?
—El tono granate son colores de la nueva moda ¿no es así Claudia?
—¡Oh si! amiga y me muero por ver cómo quedaron
Entrando la la casa de modas
—Señoritas buenas tardes mi señora las espera — dijo una empleada
— Señora Ziege
—Mis lindas niñas aquí están sus encargos
— ¡A ver!
— Me alegra que hayan traído a una nueva clienta
—¡Mucho gusto! señora mi nombre es Madeleine d'Jordaine y soy de Francia
— Un placer tener su visita
—Sé que mi tienda es humilde en comparación con las modistas de París pero intentaré estar a la altura
—¡Cuánta modestia! el vestido para mi amiga quedó muy bonito
— Señorita me pongo humildemente a sus pies y mis manos para atender su pedido
— Por lo que vi ahora, quiero este que está listo se ve fresco para esta estación
— Mira estas telas son preciosas
— Son de lino y este encaje de la India también tengo esta de satén
—¡Grandioso! este me gusta ¿no les parece amigas? — dijo Claudia
—¡Si que es hermoso Claudia! y yo quiero de este tono celeste — dijo Astrid
—Dime Madeleine qué tienes pensado
Seguro que en el rosa..—Si Astrid definitivamente que si hay un sombrero que le falta su combinación.
—Señora Ziege lo quiero así pero con unos lazos por ahí y otro aquí pero las cintas de este tono más fuerte.
Y así saliendo de la casa de modas fueron a encargar unos zapatos que le hagan juego a sus vestidos de verano, luego terminaron tomando el té en un negocio local para refrescarse del calor que ya empezaba a sentirse.
—Dime... ¿no te gustó la salida Madeleine?
—¡Eh!... si porsupuesto
—¿Entonces? — dijo Astrid
— Sólo que no salía hace mucho y me estaba olvidando lo entretenido que es hacer los pedidos
— Pues con nosotras querrás hasta descansar no te dejaremos quietas ¿no es así Claudia?
— Cierto es Astrid, siempre y cuando no se nos cruce la competencia
—¿Porque dices eso? ¡ah! pero qué...
— ¡Oh! pero que grata sorpresa no espere verlas a tanta belleza junta — se trataba de Karl que por casualidad también estaba en la misma calle
—¿Qué más adulador?...dinos que más tienes que decirnos hoy — dijo Astrid
—Estoy viendo a Esmeralda, Rubí y Zafiro
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Maddie: Mon précieux bijou
RomanceElla era Madeleine una jovencita en pleno desarrollo la engreída del viejo Marqués de Launay con un mundo perfecto en la fastuosa corte francesa hasta que su vida cambia por hechos que pasaron a la historia. Una revolución de la cual ella no era cul...