No me quiero enamorar y no tengo una razón para esta negación. En los últimos años he tenido esta idea pasiva rondando mi cabeza, quien presente en mis pasados encuentros ha dejado esa sutil impresión de no querer nada con nadie.
Entre sudor y sabanas me lo han confesado, a pesar de todo, me encuentro distante del momento y casi como conjuro he repetido el "no me quiero enamorar" para excusar esta flojera de intentarlo una vez más.
Quisiera dar una razón, un corazón roto, un amor sin terminar, algo por lo que poder decirles a ellas, y a mi, que este desinterés tiene un final. Pero esta razón me huye, se me va la idea cuando la creo poder concretar.
No me quiero enamorar, no me quiero enamorar.
Soy víctima de mi propia indecisión, una duda global que gobierna mi vida emocional.
Quizás esta frase, sea solo un hechizo básico para no afrontar una espantosa realidad... Quizás es que ya no me puedo enamorar.
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Escritos
Non-FictionUn compilación de escritos aleatorios que no han encontrado otro espacio donde estar.
