Podría jurar que duele como que si hubiera sido ayer, aún duele respirar, duele vivir sin ti...
Los años han pasado llenos de muchas sonrisas, bendiciones, pero siempre existe ese vacío inmenso que dejaste tras tú partida. No aún no te has ido del todo, aún estás presente en cada uno de los que te amamos, han pasado más de mil días, y podrían pasar inclusive mil años y te aseguro que ese amor no moriría; seguiría vivo hasta el infinito.
Cómo desearía poder devolver el tiempo, cómo desearía que estés aquí conmigo; apoyandome, cuidándome, queriéndome... ¡Te extraño tanto!
No tienes idea de las tantas veces que le reproche a Dios que te apartará de mi lado, pero con muchísimo dolor con el tiempo comprendí que él sabe porque pasan las cosas que todos y cada uno de los seres humanos tenemos una misión y que sin previo aviso, algún día volveremos a él.
Con el corazón destrozado y el alma herida: Te vimos partir, dejándonos solos con el dolor palpable a mil kilómetros de distancia.
Hoy la herida se vuelve a reabrir, hoy el corazón vuelve a doler, hoy tú ausencia quema la piel...
Hoy justo hoy se cumplen cuatro años de tú partida.
Hoy, mañana y siempre te vamos a recordar. Hoy más que nunca vives en los corazones de los que te amamos, hoy mi niña, elevamos una oración de amor por ti... Te amamos y te amaremos hasta la eternidad mi niña consentida... ❤
