Día 4: Traductor

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Yuya suspiró, no iba nada bien. Se dejó caer en su cama y se dio la vuelta, mirando al techo, como le gustaría que las cosas con Yuri fueran más fáciles, pero las relaciones nunca lo eran.

Al contrario de lo que la mayoría pensaría, parecía que mientras más pasaba el tiempo más aumentaba la distancia entre ellos, era difícil llegar a un entendimiento, a veces incluso, parecía que hablaban en otro idioma.

Yuya no lo entendía y eso lo frustraba más todavía, si tan solo su relación fuera, tan solo un poco parecida a la que su amigo Yugo mantenía con su novio Yuto.

No podía evitar pensar, cada vez que los veía, como es que lo hacían. Eran como dos polos opuestos, uno enérgico y el otro tranquilo, uno torpe y el otro muy diestro, la alegría en persona y el estoicismo absoluto. Y, aún así, nadie podía dudar del amor que había entre ellos.

Tan solo una mirada, un gesto, un toque y ellos parecían llegar al entendimiento, como si hubiera alguna especie de idioma entre ellos, algo que traducía todas esas emociones no dichas en un lenguaje solo para ellos, era algo como un traductor de amor.

Sonaba cursi pero Yuya no podía encontrar otra explicación ¿era el amor entre Yugo y Yuto tan fuerte? ¿tan profundo? Desearía que lo suyo con Yuri fuera tan fácil... pero lo fácil no valía la pena ¿verdad?

Y, ahora que lo pensaba, tener ese traductor de amor no había sido nada fácil no, Yugo y Yuto no siempre se habían entendido de esa manera, habían peleado incontables veces, había habido circunstancias que habían amenazado con separarlos una y otra vez y, sin embargo, ellos se sobrepusieron a todo eso, habían sido fuertes, habían confiado en el amor que sentían por el otro.

Eso era, lo que él y Yuri necesitaban no era un traductor sino algo de ese fuerte amor, si de verdad se amaban entonces... podían superarlo todo.

Con una sonrisa en sus labios Yuya se estiró y tomó el teléfono, tenía que llamar a Yuri.

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Yugo sonrió mientras Yuto llegaba a su lado y tomaba su mano, entrelazando sus dedos.

-¿Sucedió algo bueno hoy?- preguntó el chico de ojos grises.

Yugo negó -Yuya peleó con Yuri de nuevo- contestó mientras recostaba su cabeza en el hombro de su novio.

-Oh- fue la respuesta del chico de ojos grises mientras miraba a la distancia, era un día muy bello, pero sin duda lo que más le gustaba era estar con el chico a su lado.

-¿Crees que lo superen?- preguntó Yugo después de un tiempo.

-Si- contestó Yuto sin vacilación, bajó la mirada hacia su hombro y vio esos ojitos azules mirándolo con curiosidad -si tienen la mitad de suerte que tuve yo al conocerte a ti entonces creo que pueden superarlo-

Yugo sonrió -siempre sabes que decir- dijo antes de estirarse para tomar un beso de los labios de su novio.

-A mi me encantan tus besos- contestó Yuto volviendo a besarlo.

Después de eso se quedaron ahí, simplemente disfrutando de la compañía mutua, después de todo, cuando se tiene amor de verdad las palabras no son necesarias. 

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