Día 6: Tripulación

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Estaba temblando, si era por el frío en esa oscura bodega o por el miedo era algo que no podía estar seguro, quizás eran ambas. Se mantuvo acurrucado en la esquina de la jaula en la que estaba, abrazándose a sí mismo en un vano intento de mantener el calor. Quería volver a casa.

Había estado caminando en la oscuridad de la noche, iba de vuelta a su casa cuando vio una luz muy brillante... después de eso había despertado en ese lugar. La idea de secuestro no le había parecido tan aterradora, es decir, había estado asustado, porque no era algo que pensara que alguna vez le fuera a suceder, pero el haber visto a uno de sus secuestradores le había helado la sangre.

Lo primero que vio fue la piel de color azul oscuro, luego los ojos totalmente negros, vacíos, sin alma, afilados dientes y garras. Era enorme y tenía cola, cuando empezó a hablar en un lenguaje que no entendía fue claro que no era humano.

Sin embargo, entendió unas cuantas palabras "humano" "mercancía" eso no era un simple secuestro, era una venta.

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Quería llorar, así de simple, había sido sacado de la jaula, obligado a vestir con un short tan pequeño que no dejaba nada a la imaginación, para luego ser atado con cadenas gruesas que no solo le impedían huir sino que dificultaban su andar. Después de eso había sido arrastrado a una especie de escenario, su terror aumentó cuando se dio cuenta de que los que lo observaban no eran personas, eran seres más extraños que los que habían sido sus secuestradores.

Había seres grandes, con cuernos en la cabeza, otros que parecían lagartos humanoides, incluso había unos con múltiples extremidades... ¿esos eran tentáculos?

Cuando el presentador lo hizo sentarse en el suelo y abrir las piernas empezó a llorar, estaba empezando a tener claro para que estaba ahí, no quería, no quería permanecer en ese lugar, quería volver a casa.

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Yuto estaba aburrido ¿para que había ido ahí? el alcohol era malo, el entretenimiento también, si tan solo Yuri no lo hubiera amenazado con abandonar la nave si no conseguía los suministros, bueno, ya los tenía ¿porqué diablos seguía ahí?

Levantó la vista cuando el escenario principal se iluminó ¿algo bueno quizás? oh no, era algo mucho peor, la venta de esclavos. Suspiró y se puso de pie, no quería permanecer ahí, sin embargo se detuvo cuando vio la primer "mercancía" era un jovencito, tenía una hermosa piel blanca, vivaces ojos azules que ahora estaban inundados de lágrimas, cabello azul con rubio... era hermoso... y era humano ¿qué estaba haciendo en ese lugar?

Se acercó, escuchando los murmullos de los demás sobre el jovencito, no pudo evitar molestarse por ello, sobretodo cuando el chico empezó a llorar, pero eso no fue todo, ya que cuando estuvo lo suficientemente cerca pudo olerlo, el más maravilloso aroma de todo el universo, ese chico... era suyo.

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Yugo estuvo sorprendido cuando la gente dejó de gritar lo que suponía eran cifras de dinero, sin embargo, el miedo lo recorrió cuando alguien subió al escenario, iban por él, lo sabía. Se echó atrás todo lo que las cadenas le permitieron pero no había escapatoria.

Entonces lo vio, un hombre grande, de preciosos ojos color gris, cabello negro con mechones púrpuras, no, no era un hombre, o por lo menos no totalmente, podía ver las escamas en algunas partes de sus cuerpo, las orejas puntiagudas, las pupilas en sus ojos eran como rendijas y pudo ver unos afilados colmillos cuando el ser le sonrió.

-No tengas miedo precioso, estás a salvo ahora-

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-Wow wow wow- Yuri detuvo a Yuto enmedio del pasillo -te dije que compraras suministros, no un esclavo-

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