En este mundo, tu como lectora, interpretarás a Ivanna Konstantinova, una joven que despertó su pasión por el patinaje artístico cuando era una niña después de ver a su amigo Viktor Nikiforov realizar una de sus rutinas de patinaje.
Ella en un princ...
Ya nos encontrábamos en el "Coliseo del Pacífico", donde empezaría la final, estaba muy nervioso, pero a la vez muy feliz de haber llegado hasta aquí junto a Ivanna.
Oh моя Иванна (Moya Ivanna: mi Ivanna), no he tenido el suficiente valor para decirle lo mucho que la amo, no quiero que alguien me la quite y me eche a perder todo lo que he logrado con ella.
Le pedí a mi abuelo que viniera a los vestidores porque tenía que hablarle sobre la persona que me ha seguido desde que estábamos en España.
-¿Qué sucede Yuratchka?- me preguntó- ¿Por qué me hablaste?-
-Hay algo que debo decirte- le contesté.
-Dime, te escucho-
-Desde que estábamos en España..., he sentido que alguien me sigue- le conté y mi abuelo se preocupó.
-Continúa- me pidió.
-Al igual que mis amigos, pensaba que era una fanática obsesionada conmigo y más después de lo que le pasó a Ivanna en Barcelona, pero algo nos dice que no...-
-¿Y solo lo sientes cuando sales?- me preguntó.
-No..., también siento que me ve desde las gradas mientras estoy en la pista-
Mi abuelo se quedó serio pensando lo que le conté, se veía preocupado y al parecer trataba averiguar de quien se trataba.
-Yura..., no pienses en eso ahora, concéntrate en ganar tu última competencia y ya después trataremos ese asunto, pero no tienes que preocuparte, no te va a pasar nada malo, porque yo te voy a proteger- me dijo al momento que me abrazaba, le correspondí recargando mi cabeza en su hombro.
-Gracias abuelo-
-Por nada...- se separó de mí, ya se iba a ir, pero se regresó- Yuri, ¡casi lo olvido!..., hay algo que quiero darte-
Lo vi sacar de su abrigo una caja pequeña de terciopelo negra y la abrió mostrándome su contenido; era un hermoso collar de oro blanco para mujer conformado con figuras de luna y estrella, miré a mi abuelo confundido por el presente.
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-¿Por qué me lo das?- le pregunté.
-Tu madre me lo dio poco antes de morir- me contestó y no pude evitar que me saliera una lágrima- Me pidió que te lo diera cuando encontraras a la persona que amaras..., y ahora que me has confesado lo que sientes por Ivanna, dáselo como una muestra de tu amor por ella-
Agarré la cajita y después lo abracé (otra vez), el collar me gustó mucho y sé que a Ivanna le encantará. Mi madre tenía un gran gusto por las cosas y para mí sería un pequeño tributo hacia ella darle este detalle a la persona que amo.
-Gracias abuelo, de verdad- le dije muy feliz y agradecido.
-No me lo agradezcas- me dijo- Agradécele a tu madre, que en paz descanse..., bueno, ya no te voy a entretener, guarda el collar y prepárate- sonreí.
