Muchos dicen que es una pérdida de tiempo la lectura, pero la verdad es que te pierdes de cada mundo que hay tras las cubiertas de los libros. Ese olor que produce un libro nuevo es algo indescriptible. Bueno, allá ellos.
He leído muchos libros a lo largo de mi vida, y descubrí este gran pasatiempo al leer los libros que había dejado mi padre; lo único que me queda de él.
Abrí nuevamente el libro donde lo había dejado el día anterior; dejé a un lado ese marcalibro y comencé con mi lectura. La forma de escritura de esta escritora es de mís favoritas, Sen Takatsuki, mayormente sus historias tratan con el género de la tragedia; y su mayor obra es El huevo de la Cabra negra, de hecho actualmente la ando leyendo.
—Entonces vas a seguir leyendo, eh —se escuchó una voz femenina, por esto volteé y vi a la chica de cabellos azulados.
—Ya voy por la mitad, no faltará mucho para que lo termine.
—Bueno —extendió la 'e' y dejó en la mesa una taza de café—, que disfrute su lectura.
Le sonreí tímidamente. Después de dejar mi orden se dirigió hacia la barra. Ella es Touka Kirishima, de vez en cuando conversamos.
Después de leer algunos párrafos pasé la hoja y tomé la taza en mis manos, soplé este ya que emanaba humo por la alta temperatura y di un sorbo. Rápidamente alejé la taza e hice una mueca. ¡Aunque lo soplara seguía muy caliente! Bah, me quemé la lengua.
Ese sonido de la campana apareció, el cual indica si un cliente entra o sale del local. Levanté mi mirada con la lengua afuera y pareciendo un dragón con retraso a ver, por curiosidad, quién era el nuevo cliente. Al instante cerré la boca y mis ojos se abrieron como platos, también sentí como el calor subía a mis mejillas.
Ese chico de cabellos rubios con raíces negras y ojos avellanas.
Ese chico va los fines de semana a la cafetería y siempre pide un gran dulce. Siempre se le ve con esa gran sonrisa y un brillo único en sus ojos. Apenas y he leído libros de romance, pero suponiendo que fuera el protagonista de uno de ellos, diría que me enamoré a primera vista.
—Otra vez mirando al pobre chico —anunció su presencia la misma chica de antes. Por la sorpresa di un brinco en mi puesto.
—¿D-Desde cuándo estás a-ahí? —mis mejillas nuevamente se tiñeron de rojo, pero esta vez de vergüenza.
—Desde hace un mes lo sé —Touka se sentó frente mío—, ahora eres parte de un mundo de amor.
Jugué con mis dedos nervioso por el tema de la conversación.
—¿Te le piensas declarar?
—N-No sé... ¿Y si me rechaza? —ante esto Kirishima suspiró y se levantó de su asiento, dirigiéndose a un lado de mí.
—Baka —me sorprendí por ese golpe en mi cabeza de ella, aunque ya lo haya hecho antes cuando cometía una estupidez—, nunca lo sabrás si no te confiesas en primer lugar.
Suspiré rendido, lo que dijo Kirishima es verdad. ¿Cómo voy a saber si puedo algo si ni siquiera lo intento? Bien, puede que me guste, ¡pero el no ha notado si quiera mi presencia, es imposible declararme! Aunque igual sería raro llegar a un lado de él y decir "Hola, te he estado observando por un mes completo y me quiero sentar a un lado tuyo por intenciones privadas".
Okey, creo que exageré.
Igualmente ¡me fastidia el no saber cómo acercarme a él!
—¡Hey! —tras escuchar un grito muy cerca de mí oído me sobresalté y solté un chillido del susto—. Lo siento por asustarte, pero te estaba intentando llamar y no reaccionabas.
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【Granos de café】▫️❥Hideki. (CANCELADA)
FanfictionTras un libro y el aroma a café, un chico se esconde, el cual espía al amor que cree imposible. Unos simples granos de café, una simple taza de café, una simple cafetería cualquiera, pero no unos simples ojos avellanas que le miran atentamente.