Libre

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Capitulo Tres: Libre

Pasaron cuatro días para que Haruka volviera a practicar. Entro al vestidor, sin aliento, pero con la misma expresión de siempre.

Makoto se estaba cambiando. -Haru...-

-Hola.-

-¡No me digas "hola"! ¿Qué pasa? ¿Ya estas mejor?-

-Estoy bien.- Murmuro Haruka, disgustado al ver la expresión preocupada de Makoto.

-No estás bien. Estas sin aliento, ¿estás seguro de ya no tener fiebre?-

Haruka le hizo un gesto de molestia y abrió la puerta de su casillero. Makoto alzó la voz irritado. -¡Haru!-

-Corrí aquí.-

-¿De dónde?-

-Mi casa, obviamente.- Dijo Haruka, arrojando su bolsa al casillero.

-Oye, Haru, estabas en la escuela hoy, ¿verdad?-

-Me sentí mejor esta tarde.- Haruka respondió como si la pregunta fuera molesta, y comenzó a desvestirse. Como si le dijera que no quería ver más su cara de preocupación.

-Haru, ¿qué vas a hacer si la fiebre regresa?-

-¡Makoto!- Haruka, con una voz firme y el sonido del casillero serrándose, se combinaron para ahogar las palabras de Makoto.

-... ¿Q-qué?-

Haruka comenzó a caminar, poniendo su mano izquierda sobre el hombro de Makoto al pasar. - Gracias.- Dejándolo con esas palabras, Haruka salió del vestuario.

Makoto de repente se sintió un poco débil. Su mandíbula se aflojó por las inesperadas palabras de Haruka, e inconscientemente, levanto las cejas. De alguna manera, sus sentimientos de preocupación desaparecieron.

+++

Haruka intento nadar mil metros de Crol como siempre lo hacía. Su respiración no se hizo dificultosa bajo el agua como cuando estaba corriendo. Era lo contrario, se sentía como si estuviera siendo sanada. Para Haruka, así era siempre.

Era una mentira que se había sentido mejor esa tarde. La verdad era que había comenzado a sentirse mejor en esos momentos. La escuela no curaría su cuerpo o corazón. Haruka sintió su fuerza regresar, que aumentaba gradualmente su velocidad.

Haruka, entro por el agua en un chorro brillante de espuma, y cuando levanto el rostro en el agua, le tendieron la mano. Era una mano más delgada y delicada que la de Makoto. "Se ve como si se fuera a romper si la agarro", pensó. Se quito las gafas y miró hacia arriba, con los ojos entrecerrados.

-Bienvenido de nuevo. Me alegro de que te mejoraras pronto.- Con una sonrisa radiante, Aki estaba mirándolo. Era la mano que Haruka había empujado lejos aquel día bajo los álamos. Tomo la mano que le ofrecía y salió de la piscina por sí mismo.

-Gracias.-

-Por supuesto.-

Inclinando la cabeza hacia la derecha para sacar el agua que había llegado a sus oídos, Haruka pregunto en voz baja. -Tu bufanda...- Sólo esa frase escapó de su boca.

Aquella sonrisa brillante de Aki se ensombreció un poco. - ¿Sí...?-

-Estaba pensando que tal vez no la quieres más después de que se hiciera así, pero...- Incluso después de que había sido lavada, la bufanda que ahora era marrón claro no había regresado a su blanco original, pero Haruka había confiado en Makoto de todos modos, dejándole la tarea de regresársela él.

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