Los amigos no hacen eso ✦ KookV

Capítulo VIII: Una historia del pasado

JungKook tiene trece años cuando se enamora de Yerim, su linda compañera de clases, quien le sonríe con sus ojos de melocotón brillantes y amables, importándole poco estar cerca de un niño que es la burla de muchos más, pasando tiempo junto a él cuando las actividades del club de TaeHyung se entrecruzaban con sus horarios de almuerzo, acompañándole a la biblioteca cada vez que Jisoo se quedaba hasta tarde con su madre en la sala de maestros.

Yerim es su ángel.

Los sentimientos en la adolescencia son complicados. Tras muchos dramas extranjeros que la madre de TaeHyung le obligaba a ver cuando visitaba su casa, JungKook pudo entender que más allá de la atracción física natural que se siente por las personas que encajan en sus gustos, no necesariamente sería amor real, o el deseo propio del romance latente en un joven que piensa estar enamorado por primera vez en su vida.

JungKook se da cuenta que adora a Yerim una tarde de lluvia, ambos embarrados por el charco de lodo al cual cayeron luego de escapar del grupo de matones que buscaba darle una paliza a JungKook por diversión. Yerim había llegado a su encuentro con una expresión iracunda, habiendo observado desde lejos lo que los otros niños le hacían a su amigo. Lo defendió con sus puños, recibieron golpes juntos y lograron escapar apenas la oportunidad se presentó.

La risa inunda el tenue silencio que se había instalado entre ellos. La situación es hilarante, a decir verdad; la mejilla de Yerim tiene un feo color morado que se aclara mientras las primeras gotas de lluvia se riegan por el cielo. La mano de JungKook se retrae un poco, incapaz de contenerse a deslizarla por el moretón que, seguramente, durará semanas en desvanecerse. No puede evitar la culpa que se acumula en su pecho, oprimiéndolo hasta el punto de la asfixia y las lágrimas.

— ¿Por qué lloras, Kook? —Un delicado toque a sus párpados lo saca de su mente, parpadeando entre nublosas visiones para notar la mirada enternecida de la chica, que le muestra la más radiante sonrisa aunque su mejilla palpita por el ardor—. No me gusta el Kookie que llora, ¿sabes? ¡Me gusta el Kookie que sonríe mucho, mucho, mucho!

Su corazón se descontrola. Las palpitaciones aumentan tanto que teme salten sobre su piel y se escuchen en toda la ciudad.

Esto... ¿Esto era amor?

...

TaeHyung conoce a Yerim oficialmente luego de unos meses.

Están sentados los dos en una mantita lila que Jisoo acomodó sobre el césped del parque donde acordaron encontrarse, ambos amigos sorprendidos cuando ven llegar a su pequeño chico con una linda muchachita de tez pálida, redondeados ojos y una larga cabellera oscura amarrada en una coleta alta. Es bonita, sí, pero algo en su sonrisa entumece la respiración de TaeHyung y le provoca incomodidad a Jisoo.

—Chicos... Ella es Yerim —dice JungKook con timidez, entrelazando sus dedos con los de la susodicha, que se sonroja levemente—. Estamos saliendo desde ayer.

TaeHyung permanece en silencio por unos segundos, tratando de asimilar la información.

Jisoo aplaude: — ¡Me alegro por ustedes, chicos!

Yerim es la que responde a la euforia de la pelinegra, agradeciendo con un bajito: "Gracias".

La extrañeza se despliega por el aire entre los cuatro, tres de ellos dándose cuenta del voto de silencio que se cierne sobre los labios fruncidos del chico castaño que mira fijamente las manos entrelazadas de la parejita. JungKook inmediatamente la suelta, para desconcierto de ella.

—Felicidades... —murmura bajo, aclarándose la garganta al darse cuenta de que su actuar no era el correcto—. Disculpen. ¡Felicidades, JungKookie, ya eres todo un niño grande! —Algo en su lengua se amarga, pero TaeHyung ignora el mal sabor para arrastrar a su mejor amigo a sus brazos en un abrazo inesperado que calienta su interior. Cruzando su mirada con la novia recién revelada, le muestra los dientes con supuesta gracia, diciendo: —Bienvenida a la familia, Yerim. Debes saber que JungKookie es nuestro protegido y si le rompes el corazón, tu bonito cabello no durará mucho.