The Purge; andy biersack.

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En 2014, los nuevos padres fundadores de América, un partido político totalitario, son elegidos para un cargo después de un colapso económico. Ellos aprobaron una ley que sanciona una "Purga" anual. Durante doce horas cada año, todos los crímenes son legales, excepto contra funcionarios del gobierno, y ninguno de los servicios de emergencia está disponible.

8 años han pasado de aquel entonces, desde que tan sólo tenía 12 años y vi a mi madre morir, lo único que tenía.

Al día de hoy Estados Unidos se ha vuelto libre de crímenes y la tasa de desempleo ha disminuido a tasas de un dígito, todo gracias a la Purga.

19 marzo, 2022.
5:30 pm.

—¿Su nombre? —Pregunté.

—Andrew. —Respondió él e inmediatamente anoté su nombre en la boleta de la comida rápida que compró.

—Muchas gracias, cuando esté listo lo llamarán.

Y esa era mi rutina, trabajaba de cajera en un local de comida rápida. Era sacrificado, agotador y había que tener paciencia, pero servía para pagar el pequeño hogar que tengo.

Nunca le tomo importancia a la gente que hay ahí, si me miran bien, si me miran mal o si intentan coquetear conmigo. Suelo ser una persona enfocada en lo mío nada más, y mientras más rápida y mejor atiendo, mejor para mi sueldo y desempeño.

19 marzo, 2022
11:16 pm.

—Emily. —Escuché que decían mientras iba a ponerme un poleron para cubrir la polera de trabajo.

—¿Qué sucede, Fran? —Pregunté mientras tomaba mi pequeña mochila, para ya retirarme del local.

—¿Qué harás en dos días más? Digo, amiga, vives sola y no deseo que te pase algo. —Hizo un puchero y me abrazó.

—No te preocupes Fran, veré la forma de estar a salvo, no deseo ponerte en peligro. —Correspondi su abrazo, mientras mis ojos se cristalizaban.

Todos los años era una tortura, llorar por miedo a perder a alguien, por miedo de no ver más a tus compañeros, por no ver más a gente que aprecias.

—El miedo que tengo contigo, es que nunca has sabido usar un arma, te da terror intentarlo, y nunca asesinarias a alguien ni aunque te hiciera daño. Eres muy buena, Emily. —me miró con su semblante enojado.— Podrían violarte pendeja.

Reí ante aquello que dijo, el enojo que tenía más los insultos me causaban risa, y todo para sólo cuidarme y verme con vida.

—Tranquila, yo veré que hacer, la pasaré a salvo.

Después de aquella charla tan emotiva, ambas salimos del local, nos despedimos con un abrazo y yo partí rumbo a tomar el autobús.

Estando ya arriba me relaje, suspiré y sólo pensé en lo que ocurriría en dos días más. Todas éstas calles estarían repletas de sangre y gente enloquecida.

Al ver que ya iba a llegar a mi destino, toqué el timbre y bajé, caminé por diez minutos hasta que llegué a mi hogar. No era lujoso, pero sí era acogedor, lindo y tenía lo justo y necesario. 

20 marzo, 2022.
7:30 am.

Un día menos para que ocurriera la depuración anual, me bañé y me vestí con el uniforme correspondiente, el cual consistia en unos jeans negros apretados, y la polera del trabajo, con el logo.

Salí de mi hogar rumbo a tomar el autobús. En el camino se logró ver como la gente estaba más emocionada con el tema de la purga.

Por las calles ya se veía que la gente vendía máscaras, como otros se asustaban, como algunos decían amenazas directas, etc.

—El único crímen que voy a cometer contigo mañana, será follarte, nena. —Escuché e ignore, aunque por impotencia me dieron ganas de llorar. Nunca he tenido sexo, y sería terrible que en una purga me dieran la peor experiencia de mi vida.

Al llegar al trabajo, rápidamente dejé mis cosas en el casillero y fui a mi puesto de trabajo, para así comenzar un nuevo día.

20 marzo, 2022.
17:00 pm.

El día de hoy no nos han visitado muchos clientes, ha sido bastante escaso, ya muchos debieron haber salido del país, por ende el día ha sido más relajado.

Me encontraba sentada en mi puesto mirando mis uñas frente al cajero, hasta que sentí una voz que me sacó de mis pensamientos.

—Heeey, ¿estás ahí? —Dijo el mismo chico de ayer, el cual tenía unos hermosos ojitos azules, y su voz ronca, wow. — ¿me vas a atender o te quedarás mirando? —Dijo con un tono gracioso.

—Oh sí, lo siento mucho. —Reí nerviosamente— ¿qué desea?

—Mhm, quiero esa promoción. —Dijo él apuntando un cartelito de atrás.

—Está bien, le darán de inmediato su pedido.

—¿Y ahora no necesitas mi nombre? —Sonrió pícaro— ¿o te lo aprendiste?

Me sonroje inmediatamente debido a lo que me preguntó, y me limité a responder. Nuevamente él rompió el silencio.

—¿Qué harás mañana en la depuración? —Preguntó él.

—Sobrevivir, ¿y tú?

—Depurar, hermosa.

Al decir eso comenzó a mirarme fijamente, yo sólo quedé petrificada. Tal vez era un sádico y demente más.

—Iré al baño. —Dije nerviosa, él sólo se quedó sonriendo como un psicópata.

¿Acaso él querría matarme?