Por un error ¡Pucca perdoname! (Próximamente en edición)

14: Preámbulo

— Chicos preparense -dijo Yuki hablando por un intercomunicado a la vez que bailaba junto a Soso- tengo a uno de los ninjas de Ring-Ring en mi vista, está hacia el lado norte.

— Nosotros tenemos a otro vigilado -dijo Abyo- tengan cuidado chicos.

— Nosotros igual estamos viendo a otro en el lado oeste -dijo Dada

— Tengo un mal presentimiento Tobe -dijo Pandoga

— Todo estará bien -la tranquilizo este- oigan, acabo de divisar uno en el lado sur.

— Por acá nosotros igual, están tramando algo... -dijo Minami

— Parece que no somos los únicos con un plan bajo la manga -dijo Pucca

— Sí, mira -dijo Garu señalando disimuladamente las salidas del lugar- hay ninjas en todas las puertas y ventanas y no precisamente de los nuestros.

— Es mejor que estemos preparados -le contesto esta.

Unos minutos después las luces se cortaron dejando el lugar en penumbras.

— Es hora de la pelea... -dijeron los jóvenes guerreros al unisono.

Al momento se escucharon varios gritos en el salón, la pelea dio comienzo...

Tobe y Pandoga fueron contra Tao-Ming quien se fue por uno de los pasillos, Soso y Yuki contra Leng-Jung que también se fue por otro pasillo, Dada y Yoshimi contra Jung-Ho quien se fue en dirección a la cocina, Abyo y Ching contra Kang-Woo hacia las escaleras derechas y Muji y Minami contra Po-Sheng hacia las escaleras izquierdas.

Al mismo tiempo que esto ocurría Garu y Pucca estaban en el salón, en frente de ellos estaba Ring-Ring, afuera estaba el resto, tanto los ninjas de Tobe, los tios y el padre de Pucca, los Zombies de Muji, Santa en su faceta de linterna roja, Payaso y Shamán, todos en el jardín, batallando contra los otros ninjas que la peliazul había traído consigo...

— ¡Tú! ¡Tú y todo tu clan caerán ante mí, mi querida Pucca! O mejor dicho, lo que queda de tu clan -dijo la de cabellos azules mientras soltaba una carcajada.

— ¡Yo no diria lo mismo Ring-Ring! Me voy a encargar personalmente de que tu clan no le haga más daño a nadie -sentencio Pucca.

— ¡Ja! eso ya lo veremos.

Dicho esto Pucca, Garu y Ring-Ring empezaron a pelear

Con Tobe y Pandoga...

— ¡Ya basta!

— ¿Quién eres?

— De acuerdo, les concederé su último deseo, yo soy Tao-Ming y seré quien termine con sus vidas...

— No lo creo pelirroja -dijo la vagabunda con un gruñido.

Dicho esto se lanzaron a la batalla, era el momento de hacer justicia en el nombre de sus padres.

Con Soso y Yuki...

— Leng-Jung, hace mucho que no te veía...