Gabrielle era una chica desempleada y con una pésima vida amorosa, pero todo eso cambio cuando su hermano le consiguió trabajo en una prestigiosa empresa. Ahora ella tiene otro problema ¡Su jefe es el mejor amigo de su hermano! Por el cuál había ten...
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Revisé la hora en mi celular y solté un suspiro exaspera, estaba muriéndome de hambre y aun faltaban unos cuántos minutos para que se llegará mi hora de salida.
«Necesito comida ¡Ahora mismo!»
Cuando tenía hambre mi humor era el peor, no pensaba racionalmente y me desesperaba por todo, y esa no era yo para nada.
Andrea llegó al escritorio y me entrego una carpeta con papeles —El Jefe quiere que le saques 50 copias a cada hoja.
Revisé la carpeta y abrí los ojos sorprendida —¿Bromeas? Son como 100 hojas en esta carpeta.
«¿Estás malditamente loco, Nick?»
—Son las órdenes del señor Morrison.
—Estoy cien por ciento segura que éstas copias son totalmente innecesarias y además sólo faltan algunos minutos para que mi turno termine.
¿Por qué a mí? ¿Acaso no conocían que era sentir que morirás si no comes algún bocado? Sentía que tenía hoyo negro que no se llenaba con nada a pesar de comiera y comiera.
Andrea me dio una sonrisa incómoda —Gabrielle recuerda que todavía estas a prueba y eres nueva, además el día de hoy el señor Morrison no esta de humor.
¿Nick de mal humor? No sabía que eso fiera posible, en lo personal, yo jamás lo había visto en esa faceta siempre conmigo era atento y divertido. Eso fue lo que me enamoró de él, que a pesar de que tuviera un mal día el siempre tenía una sonrisa que regalar.
Me quedé callada y después de que Andrea me indicará donde estaba el centro de copiado, fui a hacer mis deberes como empleada. Antes de entrar ahí escuche ruidos extraños, como tenía prisa por irme abrí la puerta sin tomarle importancia a eso, me arrepentí al instante.
«Aplausos a Gabrielle, la experta en crear momentos incómodos»
¿Por qué tuve que abrir la puerta e interrumpir a una pareja que se estaba comiendo a besos?
Bajé la vista avergonzada y escuché como la pareja a la que había interrumpido se acomodaba la ropa.
Maldije, estaba perdiendo tiempo y sólo significaba que saldría mas tarde y comería aun más tarde también, y también me llevaría a casa un recuerdo de un momento demasiado vergonzoso e incómodo.
Escuché como ambos se colocaban enfrente de mi y por fin levanté la vista —Yo...yo... yo lo lamento.
Me quedé sorprendida, eran dos hombres y ambos muy atractivos, eso quería decir que ellos...
—Chica desconfiada, eres tú.— lo mire fijamente y por fin me acorde de él, era el mismo chico de la farmacia que me había dado un aventón al departamento de Nick.
—Ve al trabajo yo me encargo.— le dio un beso fugaz a su pareja antes de que este se marchará. Estaba sorprendida, jamás había conocido a una persona homosexual y tampoco a una pareja, era nueva en todo esto.
