Inhale y exhale, el olor a pizza entro en mis fosas nasales y sonreí, olía riquísimo y tenía demasiada hambre, y como si mi estómago quisiera resaltar lo obvio hizo sus sonidos habituales para pedir comida.
Escuche una risa masculina, una risa que conocía perfectamente y que me volvía loca, abrí los ojos de golpe —¡Tú!
Estaba guapísimo como todos los días, no estaba vestido de trabajé porque no estaba en su faceta de señor Morrison, estaba en su faceta de Nick, el hombre que con cualquier polera y pantalones vaqueros se veía buenísimo.
Nick sonrió, y estiró su mano ofreciéndome un pedazo de pizza —No es exactamente un “si quiero pizza” pero lo acepto.— traté de borrar los pensamientos donde babeaba por él, para poder concentrarme en lo que me estaba diciendo.
Estaba confundida, Luke y Abby me había invitado a su casa para ver algo de su boda, pero les había surgido un imprevisto y se fueron asegurándome que volverían cuentos antes, debí suponer que Nick también sería requerido, era el padrino de mi hermano.
Sonreí —Hola Nick.
—Hola Elle, lindo suéter.
Me puse colorada, era domingo y habitualmente era el día en no hacía nada importante y por lo tanto me la pasaba en pijama, cuando recibí la llamada de Abby me puse lo primero que encontré, no pensé en que pasara nada interesante durante el día.
—Gracias.— dije al fin.
Me levanté del sillón, quedando enfrente de Nick, él puso una sonrisa traviesa y colocó el pedazo de pizza delante de mi boca —Abre.— dijo divertido, lo obedeció sin pensar, mientras masticaba me fue inevitable no verlo, estaba perdida en su mirada.
—Buena chica.
Me reí y me crucé de brazos —Eso sonó como su fuera tu mascota.
Nick se río y negó —Nada de eso.
—¿Seguro?
—Por supuesto.— se acercó lentamente —Y creo que ya se como convencerte.
Fruncí el ceño —¿A si? ¿Cómo?
Se acercó y ni siquiera lo vi venir cuando llevo sus manos a mis costillas y comenzó a hacerme cosquillas, comencé a reírme a todo pulmón e incluso llegué a soltar una que otra lagrimita de la risa, terminamos cayéndonos en el sillón, él encima de mi.
«¡Bésalo! Están solos, su cara está cerca de la tuya, es tu momento»
La idea parecía tan atractiva, su rostro y el mío estaban a escaso centímetros, a pesar de estar muriéndome de la risa podía sentir su cercanía, su cuerpo masculino y sexy encima de mi, su risa era como música para mis oídos y su sonrisa hacia que se me derritiera el corazón. La decisión era mía, tenía el momento perfecto para hacerlo y tenía que aprovecharlo.
Cuando junte el valor necesario para hacerlo, coloque una mano en su hombro y la otra en su mejilla, primero lo vi a los ojos y después pose mi vista en sus labios.
«Madre Santísima, ¿qué haces, Gabrielle?»
La puerta fue abierta y las voces de Luke y Abby se hicieron presentes, lo solté de golpe y traté de levantarme pero olvide que él estaba arriba de mi así que terminé chocando con él haciendo que perdiera el equilibrio y ambos cayéramos al piso.
«Oh, maldita sea»
Esto parecía algo demasiado comprometedor, estábamos tirados en el piso y yo encima de él, no era la escena más sana de todas.
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Un flechazo por mi Jefe | ✓
Literatura KobiecaGabrielle era una chica desempleada y con una pésima vida amorosa, pero todo eso cambio cuando su hermano le consiguió trabajo en una prestigiosa empresa. Ahora ella tiene otro problema ¡Su jefe es el mejor amigo de su hermano! Por el cuál había ten...