Tome aire, el vestido era realmente hermoso y se me veía demasiado bien, pero no estaba preparada para tanto. El rojo hacía que mi cuerpo luciera más curvilíneo, más de lo recordaba, tenía que admitirlo, lucia demasiado atractiva.
Sentí como mi corazón latía desenfrenado y mis manos sudaban, estaba demasiado nerviosa. Los altísimos tacones que llevaba y que Gabriel me había obligado a ponerme hacían que sintiera el temor de dar un paso mal y terminar en el piso, y también se tenía que agregar que la brisa de la noche hacía que se me erizará la piel.
—¡Relájate!
—No puedo, es demasiado, estoy muy nerviosa, estoy sudando…— comencé a hablar rápidamente y hubiera seguido de no ser por Gabriel que me interrumpió y me agarro de lo hombros.
—Relájate Gabrielle, estás preciosa y todo va a salir muy bien. Confía en lo que te digo.
—¿Seguro?
—Habrá una fila de hombres esperándote si nuestro jefe no ve a tremenda diosa que eres.
Sonreí y sentí como los colores se me subían a la cara, abracé a Gabriel, el definitivamente era de las mejores amistades que había tenido hasta ahora, me alegraba tanto haberlo conocido en aquella farmacia.
Tome toda la valentía que tenía en ese momento y sonreí, tomé el brazo de Gabriel, me regalo una sonrisa de lado y entramos, estaba preparando mentalmente, estaba preparada para todo los posibles casos donde resultara mal este plan, de hecho ya me había hecho a la idea de que saldría mal, prefería salir sorprendida que decepcionada.
Todo era realmente elegante y precioso, había personas por todas partes, hombre impecablemente vestido con sus trajes y mujeres luciendo sus vestidos más deslumbrantes, me sentía como en un cuento de hadas e incluso me hacía sentir como una princesa, una princesa moderna obviamente, creo que sería Cenicienta, la chica que solo por una noche se sentía princesa.
Tener a Gabriel a mi lado me hacia sentir protegida y segura, lastima que eso terminó cuando Nick apareció en mi campo de visión, mi corazón se sacudió y un escalofrío me recorrió, su imponente figura hacia que destacara entre todo los hombres de este salón, su traje lo hacia lucir más atractivo si es que eso era posible y su sonrisa hacia que cualquier chica babeara por él, me incluía.
—Hola, Elle.— lo único que mis hormonas me permitió hacer fue saludar, su vista estaba dirigida a mi, después a mi vestido, luego a mi brazo entrelazado con el de Gabriel, y al final a Gabriel —Señor Cox.
Gabriel se no se mostró intimidado a pesar del tono que había empleado y asintió con la cabeza a modo de saludo —Señor Morrison.
—¿Me podría permitir a su acompañante por algunos momentos? Tenemos algunos asuntos de trabajo que arreglar.
Gabriel se inclinó a mi como si me fuera a besar —Es una lástima estaba ansiosa por pasar esta velada a tu lado pero tendré que esperar, linda.— lo dijo tan alto que estaba segura que Nick lo había escuchado a la perfección —Ve por todo Gabrielle.— lo susurró solo para mi.
—Toda suya, señor Morrison.
Nick estaba vez ya no sonrió y solo asintió, Gabriel se perdió entre la multitud y yo me quedé nerviosa, Nick comenzó que caminar rápido y casi resbaló al tratar de alcanzarlo, no estaba acostumbrada a los tacones, Nick al ver esto se detuvo.
ESTÁS LEYENDO
Un flechazo por mi Jefe | ✓
ChickLitGabrielle era una chica desempleada y con una pésima vida amorosa, pero todo eso cambio cuando su hermano le consiguió trabajo en una prestigiosa empresa. Ahora ella tiene otro problema ¡Su jefe es el mejor amigo de su hermano! Por el cuál había ten...