La noche más oscura

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― Marinette, esta podría ser tu oportunidad, en donde la desaproveches te mando ahorcar, lo juro.

― Chloé, sabes que ya lo superé. Además no es tan fácil hablarle con coherencia.

― ¡Pues esfuérzate más! Mira que en nuestra conversación traté de preguntarle mucho sobre lo que ha sido de su vida en lugar de hablarle de todo lo que he hecho mientras se apartó de su mejor amiga. Te digo que él no ha tenido ninguna relación, está soltero. Además, no sé cómo es que no le puedes coquetear ni un poco. ¿Cómo es posible que hayas tenido novio? ¿Cómo te comunicabas con él? ¿Lenguaje de señas?

― Muy graciosa, pero solo me pongo nerviosa con él, con Luka era muy diferente, siempre me sentí relajada con él.

― Ah sí, el hippie aquel.

― No es un hippie.

― Claro, pero estoy segura que te sentías relajada porque te decía cómo respirar y que hicieras el saludo al sol.

― Que él fuera instructor de yoga no significa que era mi instructor de yoga. Era mi novio, no una clase de tutor.

― Pues por lo que me has dicho, sí que te enseñó cosas. ― dijo Chloe subiendo y bajando sus cejas.

― Calla ― le respondió Marinette sonrojada y lanzándole una servilleta hecha bolita.

― Ugh, ¿tú usaste eso?

― Estaba limpia, no exageres.

― Como sea... No cambies de tema

― Fuiste tú quien lo hizo

― Te digo que no hay manera en la que dejes para "otro día" decirle a Adrien que lo amas con locura,... o al menos empezar a lanzarle indirectas.

― Chloé, te lo digo una vez más: ya no siento nada por Adrien ― dijo Marinette sin terminar de creer en ella misma, pues los últimos días no había podido tener un descanso en el que no pensara en cabellos rubios y ojos verdes.

― Bueno, supongamos que ya no lo quieres...

― No es suponer...

― Aún así, Adrien no está de mal ver, su cuerpo no está tan mal...

― ¿No está tan mal? ¿Hablas en serio? Creo que has visto a otro, el que yo vi parecía esculpido por Miguel Ángel.

― ¡Ajá! ― gritó la rubia, llamando la atención de los demás comensales. ― te atrapé. Pero sigamos... Él es guapo, es soltero, tú eres... Pues algo guapa... ― Marinette solo la veía con los ojos entrecerrados y una mueca ante su comentario, que ya sabía era una broma común entre ellas. ― y también soltera, que llevas mucho tiempo sin que alguien le preste atención a tus necesidades...

― Cállate Chloé... Nos van a escuchar ― le interrumpió.

― Está bien, en una analogía, tú serias una guitarra desafinada por el desuso. Nadie te ha tocado en un buen tiempo.