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Día 1: Arrebol

Nathaniel están sentado en una de las bancas del parque que estaba a un costado de la panadería de una chica llamada Marinette, la chica que había cambiado totalmente su vida.

El artista terminaba un dibujo que había estado haciendo desde hace mucho tiempo, mientras que trataba de contener las ganas de llorar que se estaban acumulado poco a poco en sus ojos.

Pudo observar cómo era que la aurora empezaba a salir en el cielo y provocó que su mente se llenara de recuerdos.

Pudo recordar cuando conoció aquel chico la primera vez. Su nombre era Adrien Agreste, un famoso modelo que era hijo de Gabriel Agreste.

El pelirrojo nunca le prestó mucha atención, después de todo, Adrien no tardo mucho en hacer amigos y él era demasiado tímido como para tratar de acercarse.

Pero el modelo si lo llegó a notar, un día, mientras Nathaniel dibujaba, alejado de la realidad de todos; el rubio se le acercó, le saludo y desde ese momento la vida del artista cambió.

Poco a poco su amistad se fue estrechando, Adrien le ayudo a hacer nuevos amigos, y Nathaniel le enseñó un poco de cómo era la vida común.

Un día el modelo invito a un parque que había descubierto al artista, disfrutaron una buena tarde de un picnic, y cuando la aurora desaparecía y el Arrebol aparecía, Nathaniel tuvo su primer beso.

Desde ese momento la vida del pelirrojo solo pudo mejorar. Sentir el amor de aquel chico rubio era lo mejor que él podía tener. Los dos se querían con locura.

Pero entonces una chica apareció. Su nombre era Marinette, la mejor amiga de Adrien.

Ninguno de los dos había tenido el valor para decir ante todos la pareja que eran, y la azabache estaba enamorada del rubio desde que lo vio.

Los abrazos, el apoyo que ella le podía dar cuando para él le era imposible hizo que el modelo lo fuera olvidando.

Su amado fue cambiando aquel arrebol que vio el acto más puro de amor por los hermosos días de lluvia, fue dejando aquellas pinturas que lo retrataban por la ropa que ella hacía. Lo que ella le había dado suplanto todo lo él le dio en la mente del chico

El nunca se lo dijo, pero Nathaniel supo cuanto fue que ellos terminaron. No supo cómo luchar por el amor de su amado, y cuando lo vio junto a aquella chica, supo él con ella él sería más feliz que con él.

Regresando a la realidad, Nathaniel terminó el dibujo que había preparado. Dos chicos, sentados frente a un lago, viendo la aurora.

Volteando a ver por última vez al cielo, Nathaniel tomo su libreta y arrancó aquel dibujo, mirando de reojo pudo ver cómo era que Adrien y Marinette caminaban por ahí.

Deseando con todas sus fuerzas que el modelo lo viera, dejó el dibujo en aquella banca y se fue estrechando fuertemente su libreta y alejándose para siempre de aquel lugar.