A dream (Stargent)

Capítulo 8

Mi padre entra en la habitación y yo expulso el humo del cigarro mientras lo miro con el ceño fruncido. Sonríe un poco incomodo y se queda quieto en medio de la habitación.

- Stiles pon todo lo que necesites para tres días en una maleta.- Yo frunzo el ceño y apago el cigarro mientras me levanto para acercarme a él con el ceño fruncido.

- ¿A dónde vamos?- Él sonríe y se da la vuelta sin contestarme, la última vez que hizo eso me aburrí demasiado.

- A Chicago.- Resoplo y hago la maleta. Odio las convenciones estás, solo vamos a presumir de algo que han hecho los científicos. Niego y cierro la maleta mientras abajo abajo donde Parrish está abrazado a mi padre y dándole besos en la cara, desde que más o menos una semana les hiciera ver la verdad no se separan nunca, Jordan incluso ya vive aquí. Sonrío y me acerco haciendo que se separen un poco.

- ¿Puedo llevar a Scott?- Él niega y yo resoplo mientras muerdo mi labio, esto es más un castigo que un regalo.- Pero me voy aburrir.- Ellos vuelve a negar y yo frunzo el ceño, muy seguros están ellos, algo me huele a quemado.

- Estarás con Derek.- Dice mi padre con una sonrisa, lo miro con una ceja alzada y después a Jordan.

- Te dije que no me gustaba.- Él resopla y hace una mueca para quitarle importancia, niego con la cabeza y salgo para meter mi maleta en el coche, entro en los asientos de atrás y me pongo los cascos y las gafas de sol mientras estiro las mangas de la sudadera negra para ocultar mis manos. Cierro los ojos y dejo que la música haga su trabajo.

La ausencia de música en uno de mis oídos hace que abra los ojos, la figura de Parrish arrodillada delante de mí hace que me quite las gafas y frote mis ojos. No pensé que me dormiría, solo quería descansar mi cabeza un rato. Él me sonríe y acaricia mi frente.

- Ya hemos llegado al avión, venga que nos están esperando.- Asiento y salgo mientras peino un poco mi pelo con la mano, pero es difícil sin espejo. Veo a mi padre hablar en el pie de la escalera con el piloto y yo les sonrío antes de subir. Jordan no saca su mano de mi hombro hasta que llegamos arriba, al entrar me quedo parado al ver esos pares de ojos verdes que hace tiempo no veía, unos por peores cosas. Trago saliva y me acerco hasta los dos asientos vacíos, uno al lado del hombre que no quiero ni ver y él otro al lado del chico que no me di tiempo a conocer en profundidad. Trago saliva y me siento al lado de Derek mientras les sonrío ambos.

- Encantado de volver a verle señor Argent.- Le digo con una sonrisa falsa, él frunce el ceño y yo sonrío, esta vez de verdad, a Derek.

- Hola Derek, no te he visto por la empresa y nos quedamos con una conversación a medias.- Él se ríe y asiente mientras escucho un gruñido delante de mí, no necesito mirar para saber de quién es.

- Si, me cambiaron el horario de las reuniones y ya deje de verte.- Asiento mientras me pongo el cinturón y miro hacia atrás donde mi padre y Jordan están abrazados.

- Pues cuando volvamos me dices de que hora a que hora estas por ahí y nos tomamos un café o algo.- Le digo con una sonrisa, él asiente y apoya su mano encima de la mía, muerdo mi labio y miro hacia delante por primera vez. La mirada de Christopher quema en mí y es que puedo ver la ira en sus ojos, pero no entiendo porque, se lo dije claro, no quiero nada serio. Suspiro y detengo a una de las azafatas que pasan por mi lado.- Me puedes traer lo de siempre.- Ella asiente con una sonrisa y yo cierro los ojos al sentir como el avión comienza a moverse. Cojo fuerte la mano de Derek y siento su mirada en mí, abro los ojos y lo miro con vergüenza.- Lo siento pero me dan un poco de miedo.- Él niega y coge también mi mano. Siento como el avión despega y muerdo mi labio sintiendo el latido de mi corazón demasiado fuerte. El avión se estabiliza y yo suspiro mientras suelto su mano con una sonrisa.- Gracias.- Él asiente y miro hacia delante encontrándome la mirada sería de Chris.

- Tome joven.- Me dice la azafata obligándome a separar la vista de él, le sonrío mientras cojo mi copa de martini y le doy un sorbito. Esto siempre me ayuda a relajarme. Mi móvil suena y trago saliva al ver el número sin registrar en la pantalla.

658******: Con razón te enfadaste tanto, si no puedes mantenerte fiel a nadie.

Muerdo mi labio y me acabo mi vaso de un trago mientras cierro los ojos con rabia ¿Quién se cree? Primero hace que me sienta mal y ahora va de novio celoso. Resoplo y vuelvo a encender mí pantalla y le respondo.

Stiles: No tiene ningún derecho hablarme así, se lo deje claro no quería nada serio y eso implicaba que no había fidelidad.

Derek frunce el ceño y acaricia mi mano haciendo que lo mire trago saliva y levanto los ojos mientras apago la pantalla para que deje de ver la conversación.

- ¿Quien es y por qué te habla así?- Pregunta curioso, yo niego sintiendo la mirada de Chris encima de mí y suspiro mientras apoyo mi mano en el reposabrazos con la palma para arriba, él sonríe y apoya la suya encima.

- Un chico que no entiende el termino de nada serio.- Digo mientras suspiro apoyándome en su hombro, podría haberme enamorado de él, parece mucho mejor que el señor Argent. Además nuestras edades sean tan diferentes.

- Si sigues teniendo problemas con él, puedes decírmelo que le haré entender lo que significa.- Yo sonrío mientras miro al frente, la cara de ira que tiene Christopher no se puede ocultar ni disimular.

- No te preocupes Derek, No es tan importante.- Él asiente y apoya su cabeza encima de la mía mientras yo suspiro mirando a la persona que tengo enfrente.

- Me voy a dormir un rato.- Susurra mientras da una suave caricia en mi mano, yo sonrío y saco el móvil mientras siento la respiración de Derek hacerse más lenta. Puede ser que este viaje me ayude a encontrar a un buen amigo. Los ojos de verdes de Christopher se quedan clavados en mí y yo levanto la mirada un poco asustado, para que mentir.

- Nos quedan cinco horas yo de usted me estaría callado.- Le susurro mientras lo miro con todo el valor que tengo en mi cuerpo. Él gruñe y aparta la mirada mientras se pone con el teléfono. Suspiro y cierro los ojos mientras noto la suave presión en mí cabeza.

Espero que la convención no tome mal rumbo, porque no estoy en mi mejor momento, no se que podre aguantar y que no.