A dream (Stargent)

Capítulo 22

Suspiro mientras me acabo de maquillar el moretón de mi cuello en forma de mano. Cierro los ojos antes de mirarme en el espejo, dos meses, en dos meses he aprendido más maquillaje que una chica que estudie este curso. El morado de mi ojo queda perfectamente tapado, los de mi cuello también, mis brazos con mangas largas para que no se vean los otros muchos cardenales que adornan mi nívea piel. Cojo aire y me pongo la chaqueta de pluma y salgo mientras escondo mi boca detrás de la bufanda para que no se note tanto el pequeño corte que me hizo hace algunos días. Desde que me pegó por primera vez no ha parado de hacerlo, cualquier excusa es buena, todo lo hago mal y él intenta corregirme. Salgo hacia mi Jeep y mis manos tiemblan mientras cojo el volante. Se que esto lo va enfadar mucho pero no aguanto más, llevo dos meses sin ver a mis amigos, él no me deja, solo dice que ellos nos van a separar, que son una amenaza. Trago saliva y arranco mientras siento que mi respiración se acelera. Derek quiere verme, quiere hablar y conocer que pasa con mi vida, Chris no me ha dejado quedar con él pero yo necesito hablar con alguien siento que poco a poco me voy ahogando y se que Derek sera mi oxigeno, así que aquí estoy dirección a la cafetería dispuesto aceptar cualquier castigo después.

Aparco delante de la puerta y salgo mientras tapo mi boca, me acerco a la puerta y respiro hondo antes de entrar. Sonrío al ver a Derek nervioso dando pequeños golpes con el pie en el suelo mientras mira hacia la mesa, me acerco y él levanta la mirada sorprendido.

- Has venido.- Dice antes de levantarse y abrazarme, yo me rio y escondo mi cabeza en el hueco de su cuello sintiendo por una vez que puedo respirar.

- Claro, te lo prometí.- Le digo antes de separarme de él, me quito el abrigo y la bufanda, noto como escanea mi cara y su mirada se detiene en mi labio. Inconscientemente paso por ahí la lengua mientras comienzo a mirar la carta.

- ¿Qué te ha pasado en el labio?- Pregunta serio, bajo despacio la carta y lo miro mientras trago saliva.

- Me caí.- Le digo mientras vuelvo a mirar la carta, el silencio queda en nuestra mesa hasta que la camarera toma nuestro pedido y se va dejándonos otra vez en silencio.- ¿Cómo te va Derek?- Pregunto mientras saco mi teléfono y lo dio a mi lado pero con la pantalla hacia la mesa, él no pierde detalle de todo lo que hago cosa que me pone muy nervioso.

- Bien, trabajar con mi hermana esta bien.- Me dice mientras me sonríe, yo asiento y entrelazo mis dedos.- ¿Y a ti?- Me pregunta mirándome curioso, trago saliva mientras lo miro. " Mal, horrible, el hombre que se supone que me ama me pega cada vez que puede, mis padres no se dan cuenta de nada y yo cada vez me hundo más en mi mismo" Es lo que le quiero decir pero de mi boca solo sale una sonrisa y una palabra.

- Bien.- Él asiente y estira su mano para tocar la mía pero la aparto y las cruzo cerca de mi cuerpo, él niega ligeramente pero no dice nada porque la camarera deja nuestro pedido en la mesa. Cojo la taza de té haciendo que mis manos se calienten un poco.- ¿Y dime, el magnífico Derek Hale tiene alguna pretendienta?- Pregunto con una sonrisa antes de dar un trago al té. Él hace una mueca y bebe su café.

- Pretendientes muchas, correspondidas ninguna.- Yo lo miro curioso, y él suspira mientras da una vuelta con la cuchara al café.- Yo solo quiero a una persona y esperare por ella.- Asiento mientras siento un ligero dolor en mi pecho, no puede ser que sienta celos por Derek.- ¿Y tu con Chris cómo vas?- Pregunta mientras me mira curioso, trago saliva y sonrío mientras dejo la taza en el platito.

- Bien, hace unos días cumplimos cinco meses.- Él asiente mientras hace una mueca triste, suspiro y cojo mi móvil, hay varios mensajes de Chris en la pantalla preguntado que donde estoy, yo los dejo ahí mientras inconscientemente me remango un poco las mangas, en esta cafetería hace muchísima calor. Apago el móvil y vuelvo a dejarlo donde estaba, miro a Derek que tiene su mirada clavada en mis brazos, dirijo mi mirada ahí y abro los ojos al ver que he dejado a la vista tres morados que me dejaron ayer las manos de Chris, bajo mis mangas con rapidez mientras aparto la mirada.