Actividad Onírica

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Para empezar con esta sencilla guía del significado de nuestros sueños tendremos qué definir exactamente lo que es. Un sueño es una manifestación disfrazada de un deseo inconsciente.

¿Pero cómo que un deseo inconsciente? Freud determina que la mente (a la que llamaremos aparato psíquico) se divide principalmente en consciente e inconsciente. La parte consciente se encarga de todas aquellas actividades que realizamos en la vida cotidiana como caminar, decidir, pensar e interactuar con los otros, el inconsciente por su parte es aquella parte de nuestro pensamiento en donde no gobernamos, no somos capaces de controlarlo, se encuentran todas aquellas cosas que no son accesibles a nuestra conciencia como los impulsos o instintos, emociones aisladas o traumas, cosas que nuestra mente consciente no podría tolerar.

Como tal, el deseo manifestado en el sueño se encuentra en el inconsciente porque es inaceptable para nuestra consciencia pero de algún modo logra salir, a través de la actividad onírica. Imaginemos un monstruo que es atrapado tras una reja fuera de nuestro alcance para que no pueda ocasionarnos algún daño, pero eventualmente logra salir. Así funciona el aparato psíquico siendo el monstruo aquel deseo "abominable" y el inconsciente la reja.

¿Pero por qué un deseo se vuelve tan inaceptable? Por la represión. La sociedad, desde el momento de nacer nos marca límites, como lo son el defecar en un lugar establecido, el siempre andar vestido, el ser amable con los demás, muchas de estas prohibiciones, en contra de algo que Freud denominaría "ello"

En el "ello" se encuentra el componente más primitivo de la personalidad, no tiene percepción de la realidad y se encarga de satisfacer las necesidades e impulsos básicos del individuo, ejemplos de estos impulsos se incluyen conductas y agresiones en la búsqueda del placer. El ello se rige por "el principio del placer" que es la exigencia de satisfacción inmediata de las necesidades y lo alienta sin preocuparse de las posibles consecuencias. 

Al inicio de nuestras vidas somos regidos por el principio del placer, pero posteriormente esto se irá perdiendo al integrarnos en la sociedad, el niño aprenderá a que no debe comer cuando quiera, sino cuando todos estén reunidos en la mesa, al igual que se le serán prohibido acciones inapropiadas que para el menor es un placer, como el chuparse el dedo. Es así como un deseo puro pasa a convertirse en aquel monstruo que debe encarcelarse y jamás dejar salir, es decir, pasa al inconsciente.

Pongamos un ejemplo claro, sencillo y muy común sobre los sueños de los preescolares. Un niño al que se le prohibió comer una manzana de caramelo muy posiblemente se verá muy satisfecho al soñarse a sí mismo disfrutar de una decena de estas manzanas.

¿Vamos bien? Ahora pasemos a una parte más abstracta. Las manifestaciones disfrazadas del sueño.

La Interpretación de los SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora