capitulo VIII

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Aquila non capit muscas 

El águila no caza moscas


El respirar en un cuarto de baño tan pequeño es incomodo, en especial si no estás solo, sino por el contrario compartes aire vital con una persona de la que si a acaso conoces el nombre y a eso le añades un creciente dolor de cabeza de causa desconocida.

-sabía que había algo especial jajaja ¿no crees? nadie se mete a un baño con un desconocido y a medio vestir --su mirada me incomoda ya que me recorre de arriba a abajo y la pijama no es cubra mucho, además es demasiado estrecho para uno ahora imagínense para dos, pero era mi única opción no podía verle la cara a cabeza de pájaro su torpeza me pareció sincera, una parte de mi estaba dolida porque quería ponerme en su situación y creerle su atrofia ahora sabía que todo era una mentira fue una carnada perfecta para mí, de un complot que desconocía pero que seguramente me involucraba.

-holaaa, chico bonito aun tienes dañada la cabeza por el golpe o por algo más? no deberías ser tan pensativo en un momento así --sonrió, y eso provoca que el pequeño sonría también, al parecer tengo esa habilidad ya pasó con la auxiliar; yo no lo había notado, pero es una buena herramienta que podría usar con estrategia para sobrevivir en un mundo donde al parecer todos me notan.

-tendrás que ayudarme --pongo con fuerza una mano en la pared, cerrándole el paso y arrinconandolo más contra la puerta y acortando la ya de por si corta distancia -necesito salir de aquí sin que nadie me vea --sé de sobra por su mirada que me ayudara, es de esos chicos inocentes que se pasan leyendo demasiados libros de "escritores" menores de edad.

-a poco eres un criminal --responde demasiado cómodo en su posición sumisa.

-no, pero los que me buscan tal vez si ¿es un sí o un no? --hago uso de mi reciente descubrimiento con más vehemencia a sabiendas que ya cuento con su ayuda.

-claro, pero necesitas quitarte eso o sino no pasarás la puerta

-muy bien ¿y que debo vestir en cambio?--ahora soy tomado de la mano y sacado a rastras del baño, escondiéndome lo más que puedo de las personas que esperan o que caminan, refugiándome en un uniforme naranja chillón pero es imposible lo superó por una cabeza de estatura.

-la verdad no necesitas mucha ropa, aunque en el vestier del personal podrás encontrar algo que ponerte, con eso disimularas --dice sin soltarme, pero incómodo le retiró la mano, la izquierda me duele de la quemadura del café y la derecha aún tiene un gran moretón de la canalización que él mismo me hizo, pero lo que más me incomoda es que a pesar del contacto no siento nada.

Entramos al lugar donde se visten los trabajadores de hospital, que está lleno de casilleros hasta el techo y todos marcados de nombres sin importancia, al inicio vacilo sobre si entrar o no porque la anciana que entrega la ropa podría descubrir que soy un paciente vestido con una corta bata demasiado pequeña para mi, pero no se fija en lo más mínimo, ni siquiera levanta la cabeza del escritorio y pasamos tranquilamente sin la menor dificultad, él chico amigo busca en los casilleros de los empleados hasta encontrar una camisa blanca, un jeans blancos también y unos zapatos de extraña forma hasta el momento desconocida para mí, tenis así se llaman repito la palabra con embobado y tratando de poner en orden mi cabeza que se supone que voy a hacer ahora una vez fuera de este lugar; a donde voy a ir, el laboratorio y la universidad es algo totalmente vetado, allá están ellos y se supone que estoy huyendo de esas personas que en un inicio parecían de confianza.

-tendrás que cambiarte --dice mirándome fijamente de arriba a abajo, el chaparrito que no sabe hacer otra cosa.

-¿si? bueno, pero usted me espera afuera ¿vale? --sonrió fingidamente y lo sacó del vestidor con suaves empujones, quitándole la ropa del brazo y cerrando la puerta tras él, es un chico muy lindo para cualquier persona seria ideal su compañía pero para mí no, si por un tiempo prolongado se deja dormir al corazón es muy difícil que despierte después y yo me siento vacío, algo en mi murió y no se porque a pesar de que he vuelto a la vida no logró que esa pequeña parte reviva.

VERITAS TEMPORIS (la verdad es hija del tiempo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora