Capitulo 1

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─ Mamá no te molestes, todos los años es lo mismo, no va a venir nadie así que deja de decorar el salón y esmerarte tanto...─dije con cierta molestia en mi voz.

─ Cariño no importa que no venga nadie, es tu cumpleaños y hay que celebrarlo por todo lo alto, hoy cumples dieciocho, quiero que este perfecto para ti y para nosotros.─ Un suspiro frustrado salió de mi garganta.

─Haz lo que quieras mamá, total nunca me haces caso.─ Ya estaba cansada y no me gustaba discutir con ella.

─Hija, mírame, no te enfades, es un día muy importante y siempre nos tendrás a nosotros, hay quien ni si quiera tiene eso.─ Me dijo mientras me sostenía la barbilla con su mano, mirándome a los ojos.

─Lo sé mamá, lo siento, es sólo que me deprime un poco...─ A lo que mamá sólo me sonríe, es una sonrisa triste, no llega a sus ojos y acaricia mi mejilla. Se que ella no tiene la culpa, pero a veces me resulta difícil no pagar con ella mi frustración.

Ella sabe que no tengo amigos y lo importantes que son y más a mi edad, bueno o a cualquiera, pero ella y mi padre no pierden la esperanza y yo... bueno tengo a Shirak. He pasado por muchas etapas bastante caóticas en mi vida, y ella siempre ha estado ahí, soy diferente y quizás por eso, el motivo de burla de la escuela y el Instituto y ahora, la preparatoria. Vamos, mi vida en resumen, es una completa mierda.

─Está bien cariño, cenaremos, soplarás las velas y pedirás tu deseo con papá y conmigo. Y después te daremos tu regalo. ─A lo que simplemente asentí e intente darla la mejor de mis sonrisas.

Subí a mi habitación y me puse a escuchar música de mi ordenador, varias canciones de Ozuna que se reproducían de manera aleatoria sonaban por los pequeños altavoces de mi portátil, mientras pensaba en que ponerme, no es que mi cumpleaños fuera a ser la gran cosa, pero por mis padres, me esforzaría.

Hoy es dieciocho de Mayo, viernes, es genial lo sé, todo el fin de semana por delante, también fantástico, porque no tengo que ir a la preparatoria, y mi cumpleaños, todo seria ideal, si, pero esto último no era tan de mi agrado...

─Hoy deberías hacer algo especial Maddy...─ dijo Shirak.

─¿Qué propones? Soy toda oídos...─

─ Que te parece si salimos, ya eres mayor de edad podríamos ir a alguna discoteca o algo así.─

─ No se si será buena idea, si alguno de la preparatoria me ve, ya sabes lo que pasará el resto de la noche...─

─ No pasará nada, confía en mi, ya esta bien de reprimirte y estar encerrada en tu habitación, no te lo mereces no has hecho nada a nadie.─

─ Esta bien Shirak tu ganas, pero con una condición... intenta no hablarme en toda la noche ¿vale?, a no ser que yo te llame, sabes que la gente me mirara raro y... ─ Las burlas otra vez, golpes, humillaciones, pensé. Ni si quiera podía mencionarlo en voz alta.

─Tranquila está bien, me mantendré callada.─ A lo que la sonrio interiormente.

Ella me hace sentirme bien, segura, ella me consuela de alguna manera. Shirak y yo somos una, todos dicen que estoy loca o que padezco de esquizofrenia, pero cada cosa a su tiempo, no adelantemos acontecimientos. Sé que no lo estoy, sé que Shirak es algo, no se exactamente qué, pero sé que no estoy ni loca, ni enferma.

Una última vez me miro al espejo antes de coger algo de ropa y bajar para meterme a duchar, mis ojos están extraños, hoy los veo diferentes y mi piel están más áspera que de costumbre, como agrietada, seca y escamosa. Los médicos dicen que es dermatitis y me mandaron crema para ello, pero yo se que no es eso, lo siento dentro de mi, se que es Shirak. No es la primera vez que me sucede, todos los cumpleaños algo en mi cambia y puedo sentir a Shirak más inquieta que nunca. Es por eso que sé, que ella verdaderamente existe, me ayuda y aconseja y se diferenciar entre ella y mi consciencia. Esto tan sólo dura unos segundos, ya que cuando vuelvo a mirarme más detenidamente todo está igual y Shirak parece más calmada.

De verdad que no estoy loca, la mayor parte de mi corta vida he tenido que repetírmelo una y otra vez, he asistido a psicólogos y psiquiatras, he sido su rata de laboratorio y probar todo tipo de medicamentos nuevos ya que seguía hablando, según ellos, sola, incluso tuve que ignorar a Shirak durante mucho tiempo para evitar problemas mayores, pero ella seguía aquí, conmigo, nunca me abandonó, yo la sentía. Se que no es normal que con la edad que tengo hable con alguien o como creen los demás que tenga una amiga imaginaria, pero Shirak dice que somos especiales y que nací con algún tipo de don y que ni si quiera la humanidad, ni este mundo está preparado para nosotras. Y yo por supuesto la creo, claro que lo hago, no estoy loca, eso ahora lo sé, y sí, quizás debo de repetirmelo muchas veces al cabo del día para creerlo, ya que he sufrido por esa palabra en concreto demasiadas veces, acoso y golpes.

Hubo algún tiempo en que lo creí, sí, creí que estaba loca, hasta mis padres lo creyeron, de ahí mis visitas constantes a médicos y consultas de loquero en loquero, pero ahora con mis dieciocho años, me considero una mujer fuerte, segura de si misma y aunque aún me duelan los comentarios y abusos de mis compañeros y vecinos de mi pueblo, cada vez me afectan menos y si de algo estoy completamente segura es que soy una mujer cuerda, juiciosa y sensata.

─Venga Maddy ha prepararse, está noche seremos de nuevo tu y yo, no importa nadie mas, somos una y somos fuertes.─ Simplemente reí, sin ella se que estaría perdida, la quería demasiado, era mi única y mejor amiga, mi hermana y aunque suene extraño por todo lo que he tenido que pasar por tenerla dentro de mí, era lo mejor que me había pasado, gracias a ella soy como soy.

─Shirak... aún no estoy muy segura de salir, me siento algo extraña.─

─Ya te he dicho que todo estará bien, confía en mi, ¿alguna vez te he fallado?, ¿alguna vez te he dejado sola?, tan sólo créeme y salgamos, nos divertiremos juntas, vamos, tu madre te espera...─

─Esta bien, allá vamos Shirak.─ Que sea lo que Dios quiera...

Escogí nuestra ropa, un pantalón negro ceñido, deportivas negras y camiseta blanca para resaltar. Cabe decir, que la gran mayoría de mi armario era oscuro, ¿el porqué?, sencillo, dicen que la ropa suele ser parte de ti, de tu personalidad, o incluso reflejar tu estado de animo en ella y yo sentía todos mis días negros, con toques blancos por Shirak y mis padres que eran mi luz. Simple.

Cogí mi ropa y fui hacia el baño, una ducha y lista para vestirme y prepararme. Cuando casi estaba, mamá llamo a la puerta y la abrí dejando escapar el vapor que se había acumulado.

─Cariño, papá está aparcando, estas muy guapa hija, vamos a recibir a tu padre.─ Dijo mama emocionada con una gran sonrisa en su rostro.

─Si mamá, enseguida.─

─Demuéstrales a todos cuanto vales Maddy.─

─Sshhh.─ Mande callar a Shirak, mamá se giro a verme sin ninguna expresión en su cara, no le dio importancia, sabía que jamás dejaría de hablar con mi única amiga.

─ Mande callar a Shirak, mamá se giro a verme sin ninguna expresión en su cara, no le dio importancia, sabía que jamás dejaría de hablar con mi única amiga

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