En el castillo del reino koopa, conocido por los habitantes del Mushrom Kingdom y de Sarasaland como el Reino oscuro, las cosas estaban muy movidas.
Bowsette veía desde su trono complacida como sus sirvientes koopa, con sus piernas cortas y caparazones multicolor, corrían de un lado a otro.
Entraban y salían de la habitación, llevando órdenes y armamento.
-¿Qué te parece? Mi querida Rosalina - Bowsette apretó fuertemente el busto de la princesa mientras preguntaba.
Aún sentada, desde su posición en el regazo de Bowsette, vistiendo ahora con un ajustado traje de cuero y mancuernas a juego con los gustos de su ama, Rosalina respondió sin pena - Increíble, no sabía que el Reino Koopa tuviera tal poder.
-Y no has visto nada, pronto nos apoderaremos de todo y mi pequeña mascota me ayudará ¿No es cierto? - Dirigió su mirada hacia Peach, quien yacía sobre unos cojines a los pies de Bowsette.
Peach vestía con un pequeño bikini del color de su antiguo vestido, casi transparente en el área de los pechos y un collar de perro con una correa atada a la mano de su ama.
-Yo... Yo lo haré.
-Bien dicho - La Dragona lanzó hacia ella un pedazo de carne.
Era humillante, pero Peach no había comido en días, así que, como un perro, tomó el alimento del suelo y lo devoró con prisa, esperando que en cualquier momento, el plomero rojo que antes había despreciado regresara en su rescate.
Mientras tanto, en el reino champiñon, frente a una cama estaban la princesa Daisy y Toadette con parte de su rostro vendado.
-Mi querido Luigi, te recuperarás pronto, ya he encargado un hongo curativo para ti - Explicó Daisy con tristeza hacia su amado mientras sujetaba su mano.
-¿Dónde está Mario? - Preguntó el con urgencia.
Su pregunta fue respondida por su hermano mayor, quien estaba llegando a la puerta - Aquí estoy.
-Mario, es terrible, Bowser se llevó a Rosalina - Luigi trató de alcanzar a Mario mientras este se acercaba - También tiene a Peach.
-Tranquilo hermano - Mario recostó nuevamente a Luigi mientras le entregaba un hongo verde - La princesa Peach ya no importa.
-Pero hermano, ella es el amor de tu vida, por ella hemos arriesgado nuestras vidas todos estos años.
-Por eso no importa, nosotros nos arriesgamos por alguien que nos ve como simples plomeros sin futuro. Lo escuché de ella, yo... No soy idiota.
-Pero hermano.
-Sin peros, por mi la princesa puede quedarse con Bowser, Bowsette o como se llame ahora.
Luigi comió el hongo y se repuso - Lo siento hermano, pero no estoy de acuerdo, no importa lo que haya dicho peach, la gente de este reino la necesita, además, Rosalina no ha echo nada, yo necesito rescatarla.
Mario suspiró - ¿Recuerdas por qué iniciamos con esto?
-...
Ante el silencio de su hermano, Mario continuó - Viajar entre los mundos, besar princesas; En la tierra eso era imposible para plomeros como nosotros, pero aquí, éramos héroes, vivíamos una aventura, pero toda aventura tiene que llegar a su fin.
Hermano, tienes a una bella princesa que te ama, deja de arriesgarte y cásate con ella, tengan hijos y vivan felices.
Luigi se levantó - Es por ella que me arriesgo, no soporto ver que se preocupe por sus amigas, no quiero verla triste, además si Bowser ya tiene a Rosalina y a Peach, luego seguirá Daisy.
ESTÁS LEYENDO
Bowsette, la princesa del mal.
FanfictionCuando Bowser se cansa de los juegos de la princesa, decide que es hora de no sólo ponerse serio, si no de hacerlo de un modo muy irónico.