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—Santa mierda. ¿Te hiciste daño? —Unos ojos muy obscuros me miraban con preocupación mientras yo me retorcía de dolor en el suelo.

Pausemos la escena durante un segundo. Se preguntarán ¿Cómo es que terminamos aquí? bueno es muy fácil de contar, pero antes, tal vez no lo sepan, pero soy un chico bastante inquieto, por lo tanto, no me puedo mantener tranquilo sentado en mi incomoda banca durante más de 10 minutos, si no me creen lo voy a comprobar con un ejemplo. Una profesora pone a dos chicos en una habitación y los deja solos para que hagan lo que quieran, siguiendo las reglas del instituto obviamente. Uno de esos chicos no quiere hablar y decide ignorar al otro; para una persona normal eso sería algo razonable ya que ambos chicos no se conocen, pero para mí un manojo de nervios que se vuelve loco después de 5 minutos de absoluto silencio es imposible quedarme quieto y dejar que mi ignoren, ya ustedes deducirán como es que termine en el suelo con esa premisa.

Ya explicado eso prosigamos a como termine lastimado en el suelo, Thomas no se dignaba en mirarme siquiera, sus oscuros ojos chocolate estaban concentrados en ese libro así que como la persona racional que soy decidí dejarlo pasar, comencé a tamborilear con mis dedos sobre la mesa al ritmo de una canción de los 80 que mi mama me había hecho escuchar de camino al colegio, cuando me aburrí de hacer esto comencé a caminar de un lado a otro por el aula, al cabo de 5 minutos eso también me aburrió así que decidí subir la intensidad de mis pequeños juegos y me subí sobre una banca, fui dando largas zancadas de una banca a otra teniendo mucho cuidado para no caerme, sorprendentemente no me canse de hacer eso y estaba a punto de romper mi record sin caerme, pero la siguiente banca estaba ocupada por un chico rubio ignora-Dylans así que decidí ignorar su presencia y saltar a la banca que estaba a su derecha pero calcule mal la distancia, termine pisando mal y caí al piso como el reverendo idiota que soy. Ya están al día así es como termine en el suelo al lado del rubio que al menos ahora dejo de ignorarme.

—¿Dylan te golpeaste la cabeza? ¿Necesitas que llame a la enfermera?

—Estoy bien —Me levante del suelo ignorando el dolor en mi tobillo, no era nada grave pero además de inquieto suelo ser muy dramático y siempre termino exagerando las cosas.

—¿Seguro? —Asentí —¿Qué estabas haciendo?

—Jugando a el piso es de lava, no notaste que he estado saltando sobre las bancas desde hace como 10 minutos.

—La verdad es que no, tenía la música a todo volumen —El rubio se encogió de hombros levantando los audífonos entre sus dedos —¿Estabas aburrido?

Nooooooooooo que va, solo me gusta andar saltando por ahí mientras me ignoran —Un poco, te dije que los castigos son aburridos porque solo puedes ver como vuelan las moscas.

—Pero no hay moscas.

—Eso lo hace extra aburrido, las moscas al menos te hacen compañía —Thomas soltó una pequeña risita —¿Qué estabas leyendo?

—Un libro de psicología —El rubio me dejo ver la portada del libro —Mi padrastro me recomendó que lo leyera.

—No te parece un poco... ya sabes... del siglo XVII —El rubio me miro con una ceja arqueada algo confundido —Solo digo que el título "Aprenda a dominar la mente femenina" suena mal por donde sea que lo mires, no puedes dominar la mente de una mujer, en realidad no puedes dominar la mente de ninguna persona.

—Pero una mujer es más susceptible a la sumisión así que pensé que tal vez el libro te ayudaba a saber cómo interactuar con una.

—Eres libre de pensar lo que quieras, pero te aconsejo jamás usar las palabras sumisa y mujer juntas frente a Kaya o Katie a menos que quieras terminar en el hospital —Esas chicas eran todo menos sumisas y yo no podría estar más orgulloso de ellas.

He is Broken (Dylmas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora